Construir hábitats impresos en 3D en Marte con tierra marciana

Digamos las cosas claras. Ir a Marte en esta generación es totalmente posible y yo espero vivir lo suficiente como para ver a un humano pisando suelo marciano. Cuando el ser humano pise Marte, grabaremos un nuevo hito en la historia de la humanidad. Hay importantes retos que superar, sí, pero el mayor impedimento es el coste, no los medios técnicos.

Otra historia diferente es permanecer una temporada en el planeta rojo, ya que aún no tenemos una solución viable para protegernos de una exposición prolongada a la radiación. Si queremos permanecer un cierto tiempo, debemos buscar un hábitat que nos proteja. ¿Qué opciones tenemos?

1 Instalarnos en cuevas

Parece que Marte tiene cuevas derivadas de su pasado de alta actividad volcánica. Podríamos instalarnos en estas cuevas directamente y construir nuestro hogar marciano bajo unas paredes y techos esculpidos por el magma. Sería como volver a nuestro pasado de cavernícolas, lo cual es bastante poético. El problema es que ni estamos muy seguros de la existencia de estos túneles magmáticos, ni tenemos medios actualmente para explorarlos, ni tenemos claro si es buena idea que nuestros exploradores espaciales, además de astronautas, sean espeleólogos, con los enormes riesgos que esto supone.

Se ha planteado en el pasado que mandemos robots que excaven accesos desde la superficie y acondicionen estas cuevas, pero parece que, igualmente, no tenemos mucha idea de cómo hacerlo realmente o si tiene verdadero sentido.

2 Llevar habitáculos con escudos

Esta opción parece la más evidente, ¿no? Llevemos una casa que se despliegue de algún modo, cuyas paredes tengan algún tipo de escudo de plomo o similar que nos proteja de la radiación. Así no tendríamos que escavar ni hacer complicada ingeniería civil en un terreno que se encuentra a más de 50 millones de kilómetros de distancia de nuestro hogar. Parece buena idea, pero nuevamente no conocemos ningún material ligero que tenga semejante nivel de protección anti-radiación. El plomo, como podréis imaginar, no se plantea al ser increíblemente denso. ¡Necesitamos llevar cosas ligeras a tan larga distancia! A no ser que inventemos un cohete con una tecnología diferente que lo que conocemos, tenemos difícil usar esta opción.

3 Imprimir cuevas

¿Qué tal un punto intermedio? Algo así es lo que nos plantea el profesor Behrokh Khoshnevis de University of Southern California.

Se ha planteado en el pasado mandar robots-impresoras a Marte para que nos construyan un hábitat con los materiales del lugar. Parece una idea loca pero es bastante lógica. Los robots pueden ser capaces de, con un peso muy bajo, manipular ciertos materiales para depositarlos según un patrón dimensional y así ir fabricando un edificio.

Recuerdo en este punto, la descripción de la churrera como impresión 3D:

3D Printing – 1 de 8 – Conceptos básicos

Casi todas las opciones de impresión 3D en Marte planteadas hasta ahora se referían a usar hielo marciano, al ser el agua un gran material para frenar la radiación y encontrarse disponible en nuestro planeta vecino. Según el Dr. Khoshnevis, la mejor opción en cambio es usar el propio polvo de la superficie de Marte. Este experto ingeniero lleva desde el año 2011 trabajando con la NASA en estos estudios, y piensa que el regolito rojo en formato polvo es nuestro mejor material hasta la fecha.

Según él, a través de diversos experimentos, ha estudiado que los materiales de Marte podrían usarse para transformar el polvo en roca sólida, a través de una extrusión en caliente.

También advierte que el uso de hábitats mandados desde la Tierra, aunque sean de uso intermedio, tampoco funcionarían (olvidaos de la novela y película The Martian), ya que deberían usarse materiales poliméricos, y estos se degradarían con rapidez ante la radiación.

 

Vía: 3ders

 

 

 

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