Si bien el otro día os dábamos el mensaje de ser cautos con la Inteligencia Artificial (IA), rebajando el nivel de alarma, hoy os traemos una visión distinta y también bien fundamentada. Según un científico del MIT, los ejecutivos están subestimando la velocidad, el alcance y la escala de la perturbación que traerá la IA, la cual va a impactar todos los sectores como un meteorito tecnológico.
La IA ha llegado
Y escribimos esto en contraposición con nuestro reciente artículo:
Tranquilo, la inteligencia artificial aún no ha llegado
¿Cómo puede haber dos visiones tan distintas? En esencia se debe a cómo definimos inteligencia. Son análisis complementarios, en realidad. La revolución de la llamada IA, ya es una realidad. La mayoría de las promesas y aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial (IA) ya están entre nosotros.
Andrew McAfee, principal investigador científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y co-fundador de la Iniciativa sobre la Economía Digital del MIT, cree que la IA (el aprendizaje automático en particular) ya está perturbando rápidamente los modelos económicos, la estrategia, la cultura e incluso la propia naturaleza de cómo están estructuradas y funcionan las empresas.
McAfee nos recuerda que hay miles de millones de personas que están caminando con una supercomputadora (según los estándares de hace una generación) en su bolsillo. Esos dispositivos están conectados entre sí a Internet, descargando y subiendo continuamente muchísima información, que además está individualizada a cada dispositivo (y usuario). Debido a lo anterior, en los últimos cinco o seis años todas las promesas hechas por la comunidad de la inteligencia artificial han comenzado a cumplirse. La masiva recopilación de datos (y su riqueza intrínseca) está derivando en millones de aplicaciones nuevas y desarrollos en redes neuronales que antes eran impensables.
Estamos viviendo el nacimiento de la era del aprendizaje automático, que es la tecnología de IA dominante y probablemente lo será durante algún tiempo. El problema es que los ejecutivos no son plenamente conscientes de lo que esto significa. Muchas empresas realmente inteligentes y bien gestionadas están subestimando la escala, el alcance y la velocidad del impacto ya actual de la IA.
Cómo el aprendizaje automático cambiará la forma en que los ejecutivos hacen su trabajo
La IA va a cambiar la manera en la que analizamos datos y tomamos decisiones, pero hay que aclarar una cosa de inicio: hay aspectos sobre dirigir una organización que no van a cambiar, incluso frente a estas tecnologías tan poderosas:
- Articular una visión convincente que atraiga el talento, los clientes y las partes interesadas.
- Ser fiel a esa visión.
- Gestionar la cultura que se ha creado para hacer frente a esas visiones.
Estas son habilidades profundamente humanas y los líderes que son buenos en ellas se van a volver aún más valiosos.
Por otro lado, muchos de los ejecutivos piensan que una gran parte de su trabajo es tomar decisiones difíciles; confiar en la experiencia, el conocimiento de la industria y el juicio que han acumulado; y tener una bola de cristal más clara de las cosas que van a suceder en la industria o en el futuro que otros competidores.
Aunque hay que valorar todo eso, quizás tengan menos verdad que antes, debido a dos cambios fundamentales que están ocurriendo:
- Una y otra vez estamos viendo que la tecnología es mejor en las tareas de juicio humano que los humanos. Este es el subproducto más inquietante de la revolución del machine learning.
- Solemos pensar que los empresarios de más alto nivel son capaces de planificar en escalas de tiempo de generaciones humanas, una o dos décadas. Pero no es así, como mucho se pueden tomar decisiones a 2-3 años. Todo cambia demasiado deprisa a día de hoy.
Ambos puntos son profundamente perturbadores. Son amenazas muy, muy profundas para el modelo de gestión de organizaciones que hemos construido a lo largo de un par de siglos.
La integración de la IA está siendo rápida y suave
La IA está cada vez más presente y no nos damos cuenta. Quizás es porque no es algo físico, tampoco es un programa informático que podemos iniciar y ver su funcionamiento. La IA se integra como telarañas en nuestros procesos, encontrando huecos en hardware y en software cotidianos.
Poco a poco los programas basados en IA están mejorando sus capacidades, logrando hacer cosas que ni nos imaginábamos.
Debemos entender que el avance de la IA es imparable y su impacto en nuestras vidas será muy grande. No debemos menospreciar su importancia y conviene estar muy informados. Nuestro futuro depende de ello.
Entrevista original: McKinsey
Reblogueó esto en Arcanus's Random Stuffs.
Reblogueó esto en Juan Carlos Gómez Vargasy comentado:
Una muy interesante entrada en la línea de otras comentadas y publicadas en nuestro blog por lo que nos hacemos eco.