En este artículo de la comunidad científica de Atos, se nos muestra a través de un ejemplo de una jornada laboral en 2020, algunas predicciones de avances tecnológicos, sociales y laborales realmente impactantes. Lo tomamos prestado y le añadimos algunas teorías de Puentes Digitales, para imaginar un escenario futurista en el que alguna de sus partes seguramente se hagan realidad.
Recordad, año 2020, tan sólo quedan 3 años.
El coche autónomo
Todo empieza en el camino a la oficina. Te levantas y quedas con varios compañeros de trabajo que vivís cerca, para que un vehículo autónomo (y eléctrico) os lleve al trabajo. Las plataformas colaborativas ayudan a gestionar la organización diaria y reservar un coche, coordinada con el transporte.
¿Es sólo el viaje a la oficina? No. El viaje in-itinere es parte de la jornada laboral (más después de esta sentencia europea) por lo que las empresas tienen que aprovechar el tiempo de sus empleados. Comenzáis la reunión en el mismo coche, conectándoos a otros compañeros que están en sus casas, oficina o incluso otros vehículos. El coche conectado se conecta al “Internet of Everything”, para mantener la ubicuidad de internet.
Llegada a la oficina
Al llegar a las instalaciones, un escaneo biométrico os permite el acceso, al tiempo que toma datos de vuestro estado de salud, el cual es monitorizado diariamente por la empresa. Todos vuestros aparatos electrónicos junto a la ropa conectada os ha convertido en humanos embebidos en wereables, creando una especie de individuo totalmente conectado. La empresa puede anticiparse a tus problemas de salud y darte beneficios especiales para ti. Además, el escáner biométrico aumenta la seguridad en las instalaciones de tu empresa, al tiempo que elimina la necesidad incómodas tarjetas de acceso, que suelen perderse o estropearse con facilidad.
La oficina se ha convertido en un lugar muy agradable, donde tu productividad aumenta y te permite escapar del solitario teletrabajo en casa.
Compañeros virtuales
Al llegar a tu puesto de trabajo, tu asistente virtual te pone al día. Ya es imposible no concebir en el trabajo a humanos y robots (virtuales) trabajando codo con codo. Además de ayudaros a realizar algunas tareas repetitivas y monótonas, vuestro asistente laboral ya tiene un perfil colaborativo y entiende el contexto de las situaciones. Tal y como se había previsto en el pasado, los equipos de humanos-robots son más eficaces que los únicamente humanos o únicamente robots. No sólo tienes un asistente, sino que gracias a capas y capas de redes neuronales que llevan aprendiendo mucho tiempo de ti y del resto de compañeros, tienes un compañero de trabajo virtual muy eficiente en ciertas tareas que se adapta a tu trabajo diario.
Realidad Extendida
Recibes unos diseños de un nuevo producto para revisar. Te pones las gafas de realidad aumentada para poder ver más allá de la pantalla e interactuar gestualmente a un nivel más inmersivo. Te ayuda a percibir el espacio mucho mejor, integrando y manipulando objetos virtuales en 3D. Puedes interactuar con el “holograma”, que está integrado en diversas aplicaciones simultáneamente.
Llamas al cliente para tener una videollamada y le das acceso para que entre en el entorno de realidad aumentada interactiva que has creado. Los dos podéis manipular el objeto virtual al mismo tiempo mientras os veis a través de una pantalla.
Tras trabajarlo un poco y acordar con él unos cambios de diseño, decides enseñárselo a tus compañeros para poder discutirlo en mayor detalle. Lo mandas a imprimir mientras te tomas un café. Controlas el progreso de la impresión 3D desde tu móvil. En unos minutos estará listo.
Conciliando la vida personal
Te llaman del colegio. Tienes que ir a recoger a tu hijo porque está enfermo. No pasa nada, sales de la oficina sin problema ya que en realidad la oficina siempre va contigo. Avisas a tu compañero virtual para que vaya adelantando varias tareas y que hable con tus compañeros humanos para que recojan la impresión cuando ésta finalice. Tu asistente virtual se encargará de todo.
Al llegar a casa continúas de forma similar a como lo hacías en la oficina. No tienes un horario fijo, ni una necesidad inflexible de ir a la oficina. Simplemente, tienes que conseguir que tu trabajo y el de los tuyos cumpla unos objetivos.
Aprovechando unos minutos que tienes disponibles organizas una consulta con tu médico de familia para discutir el estado de salud de tu hijo. Aprovechando toda la interconexión de datos y de registros ofrecidos por vuestros wearables, te receta una prescripción electrónica que ya queda reservada en la farmacia de tu barrio.
Cuando vas a ayudar a tus hijos con los deberes, les ayudas con los nuevos sistemas educativos de gamificación. Hoy toca programar un sencillo robot, capaz de realizar algunos movimientos. Desde pequeños están acostumbrados a programar e interactuar con todo tipo de dispositivos digitales y pequeños autómatas.
Antes de acabar la jornada, le indicas a tu asistente en qué partes tiene que reforzar su aprendizaje. Se quedará hasta la mañana siguiente haciendo “training”, iterando simulaciones masivas en el ordenador de alto rendimiento (HPC) de tu compañía, para seguir aprendiendo y mejorando. El compañero perfecto.
Extra:
Vía: Atos
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