Tal y como compartía en una entrevista para El Mundo el profesor de la universidad de Manchester Paul Stanga:
Los ojos biónicos tienen potencialmente la capacidad de cubrir algunas carencias que el ser humano pueda tener en la visión, permitiéndoles ver incluso en casos en los que se ha perdido completamente la vista.
La tecnología del Argus II, que es como se llama el dispositivo, tiene dos partes, una interna y otra externa. La parte visible son unas gafas con una cámara que envía la imagen a un microprocesador y, posteriormente, la rebota por radiofrecuencia a una antena dentro del ojo. Según sea la imagen, los electrodos que forman ese implante estimularán de una forma u otra la retina para que el paciente pueda intuir lo que tiene delante“, detalla el profesor Stanga, quien realiza sus intervenciones e investigación en el Manchester Royal Eye Hospital.
Por ahora este tipo de tecnología era solo de aplicación en la retinosis pigmentaria, la cual ocasiona una perdida gradual de la visión hasta ocasionar la ceguera total en el paciente, pero en el último año se ha ampliado a la degeneración macular de retina que es una enfermedad por desgracia muy común y que ocasiona la perdida de la visión central en el ojo.
Crédito: Ilustración del implante en el ojo EL MUNDO
El éxito de sus investigaciones le ha permitido obtener capital tanto público como privado para poder ir un paso más allá en 2017: “el Sistema Nacional de Salud británico ha financiado la intervención de diez pacientes más con retinosis pigmentaria, cinco en Londres y otros cinco en Manchester. Si se demuestra que es un tratamiento que verdaderamente mejora la calidad de vida de las personas está previsto que el programa se amplíe durante los siguientes años”, explica el oftalmólogo argentino, que lleva más de 20 años residiendo en Reino Unido.
Además, por medio de la inversión privada, ha conseguido poder operar este año a otros cinco pacientes con degeneración macular en una intervención que cuesta más de 120.000 euros y que muy pocos afectados pueden permitirse por sí mismos.
“Conseguir demostrar que el implante Argus II es importante para el tratamiento de la degeneración macular seca es vital también para los pacientes que sufren de retinosis pigmentaria”, indica Stanga. “Al ser una enfermedad mucho más común habría más pacientes dispuestos a someterse a la intervención, subiría la financiación y la tecnología se volvería más común, por lo que debería bajar el costo”.
Keith Hayman, de 68 años, fue uno de los pocos afortunados que consiguió entrar en el programa del ojo biónico en 2009, tras más de 30 años completamente ciego por la retinosis pigmentaria. “Me ha devuelto al mundo, es una sensación maravillosa. Ahora puedo ver a mis nietos corretear a mi alrededor o tomarme una cerveza en un bar y saber que la persona con la que estoy hablando sigue ahí”, explica entusiasmado a EL MUNDO.
“Ya no tienes esa sensación de aislamiento, de soledad. En Navidad puedo incluso ver las luces del árbol… Sé que no parece mucho para alguien que está acostumbrado a la visión pero para una persona ciega significa salir de la oscuridad”.
“Los electrodos conforman la silueta del objeto que se tiene delante por medio de luces. Es como cuando nosotros miramos una luz muy fuerte y luego te quedas con una post imagen, no es exactamente lo mismo pero mantiene la forma”.
En España por ahora se han realizado tan solo 4 intervenciones, ya que el coste de las mismas es todavía muy elevado, pero sin conseguimos evolucionar la tecnología podremos hacer mucho más extensible este tipo de intervención que es capaz de cambiar la calidad de vida de las personas y dotarles de algo tan valioso como es la vista.
Desde puentes digitales nos gusta reflexionar sobre el impacto de las nuevas tecnologías y nos planteamos dudas como:
¿Qué precio tiene devolverle la vista a las personas que la han pérdido? ¿Qué volumen de inversión estamos dedicando a esta tecnología? y por último; si fuésemos capaces de unir a especialistas, hacer que trabajasen juntos y compartir conocimientos, ¿hasta donde seríamos capaces de llegar?
Vía:ElMundo