La mayoría de empresas, gobiernos y personas están ahora moviéndose hacia servicios, datos y aplicaciones en cloud; en la nube, como solemos decir. No estamos aún adaptados para este paso, el cual es obligatorio por otro lado, y ya sabemos que no es suficiente, que tenemos que añadir el fog; la niebla.
Recapitulando. ¿Qué es Cloud?
El término de computación en la nube o servicios en la nube, viene del inglés “cloud computing”. Se trata de un paradigma que permite ofrecer servicios de computación a través de una red, que usualmente es simplemente Internet.
En vez de almacenar la información, o procesarla, en el punto de uso, como puede ser tu móvil, tu PC u otros dispositivos, la información se manda a un servidor que suele estar en un lugar remoto (normalmente hablamos de “datacenters” o centros de datos) con mayor potencia de cálculo, mayor capacidad de almacenamiento y mejor arquitectura informática. Allí se cocina todo y se manda de vuelta a tu dispositivo, que viene a actuar de pantalla y sólo completa algunos procesamientos menores finales.
La computación en la nube permite aumentar el número de servicios, ya que el usuario no necesita tener instalados los programas o las herramientas que se precisan para tener una solución completa. Los datacenters tienen la capacidad de centralizar muchos servicios y capacidades computacionales, para resolver las necesidades globales de forma más eficiente.
La llegada del IoT – Internet of Things
El Internet de las cosas
El IoT se refiere al contexto de objetos, o cosas, con capacidad de conectarse a Internet, conectarse entre ellos mismos y gestionarse como si fuesen objetos digitales.
Cada vez más objetos tienden hacia el IoT, como máquinas industriales, relojes, neveras, coches, gafas… Si todos los objetos estuvieran conectados a Internet y equipados con electrónica, sensores, un poco de capacidad de cálculo y dispositivos de identificación, no existirían, en teoría, artículos fuera de stock o medicinas caducadas; sabríamos exactamente la ubicación de nuestros objetos personales; cómo se consumen en el mundo; nuestras casas estarían formadas por objetos interconectados y que podríamos gestionar en remoto; el extravío sería cosa del pasado y sabríamos qué está encendido o apagado en todo momento.
El Internet de las cosas debería codificar de 50 a 100,000 mil millones de objetos, pues que se calcula que todo ser humano está rodeado de por lo menos de 1,000 a 5,000 objetos. Ahora mismo, no tenemos solución para esto.
Y la computación en la nube no es suficiente.
Monica Paolini, presidenta de Senza Fili Consulting, escribió en LinkedIn:
“En los últimos años, ha habido un fuerte empuje para mover todo a una nube centralizada, habilitada por la virtualización e impulsada por la necesidad de reducir costes, reducir el tiempo de disposición de nuevos servicios y aumentar la flexibilidad. En el proceso, perdimos de vista cuán importante es la ubicación de la funcionalidad en el desempeño, el uso eficiente de los recursos de la red y la experiencia del suscriptor. La distancia física inevitablemente aumenta la latencia.”
Lo que quiere decir es que al mandar todos los servicios a servidores, la distancia física aumenta el tiempo de respuesta en nuestros dispositivos. Como explicamos en este reciente artículo, para nuestros móviles y PCs, tiempos de respuesta de 1-2 segundos son razonables. Pero en el mundo del IoT de vehículos autónomos, equipos industriales y otros sectores que necesitan procesar datos con gran velocidad, este tiempo de respuesta es demasiado alto.
Fog Computing
Computación en la Nube Niebla
El Fog Computing es un modelo en el cual el procesamiento de los datos y las aplicaciones se concentran en los dispositivos, no en servidores remotos. Los datos pueden ser procesados localmente en dispositivos inteligentes en lugar de ser enviados el 100% de los cálculos a la nube. A medida que incluimos capacidad de procesamiento (CPUs) en los objetos cotidianos, esta vuelta a los orígenes empieza a tomar sentido.
La computación en la niebla está empezando a desarrollarse en ciudades inteligentes, automóviles conectados, drones y más, pero necesita una plataforma común que aún está en proceso de desarrollo:
ARM, Cisco, Dell, Intel, Microsoft…. Distintas empresas están trabajando en una arquitectura que permita usar la nube o la niebla, según las necesidades de latencia de los dispositivos.
Nos movemos hacia un mundo en el que Internet va a estar literalmente en todas las cosas.
Vía: Medium, Wikipedia, Hipertextual, SearchDataCenter
Un comentario en “El Cloud no es suficiente para el IoT. Pasamos de la ‘nube’ a la ‘niebla’”