Se nos dice todos los días: el coche de gasolina o diésel está llegando a su fin. Casi con total seguridad, el vehículo de propulsión eléctrica acabará siendo el único vehículo que conozcamos en el futuro. La pregunta es:
¿Cuándo dejaremos de ver coches de motores de combustión interna?
Nadie sabe realmente la respuesta. Se pueden ver razonamientos y previsiones muy diferentes. Nosotros queremos hacer un ejercicio de reflexión mostrando dos caras; la optimista y la pesimista. Empecemos por la segunda.
Visión pesimista: el lento avance del coche eléctrico
Si observamos el actual parque automovilístico, es fácil ver que la presencia del coche eléctrico es absolutamente residual. Sólo Noruega, con una increíble presencia del 35% de la flota total (datos de julio de 2017), puede sacar pecho. Islandia sigue con un 9% y el resto de países del mundo están más en cifras entre 0-2%. En suma global, apenas se llaga a una presencia mundial del 3%.
El problema es que ya no es sólo la flota actual. Si vemos las cifras de ventas de vehículos, aquellos con motor de combustión gasolina o diésel siguen ocupando la mayor parte de las ventas totales, como se ve en el siguiente gráfico.

“Los compradores prefieren automóviles de gasolina nuevos, en lugar de automóviles diésel, en la mayoría de los Estados miembros, mientras que los combustibles alternativos siguen desempeñando un papel menor” – Eurostat
Sigamos sumando razones. Los fabricantes de automóviles a día de hoy continúan fabricando coches con motores de combustión. Aunque es cierto que la mayoría de las marcas ya están desarrollando vehículos eléctricos, durante bastantes años más seguirán saliendo vehículos de combustión por la puerta de sus fábricas. Incluso en los fabricantes más aventurados, al menos quedarán 5 años de fabricación de coches de gasolina o diésel, que saldrán nuevos, a estrenar. Como dato de referencia, Reino Unido y Francia van a prohibir la venta de vehículos diésel o combustión… ¡pero para el año 2040!
Más razones. Supongamos una vida media de cada uno de esos coches de al menos 10 años. Si siguen saliendo vehículos gasolina o diésel en el 2040, al menos veremos estos coches en nuestras calles dentro de 30 años.
Adicionalmente, debemos pensar que la industria que rodea el coche es una de las mayores del planeta, y gran parte de la misma está muy unida en base al motor de combustión interna. Los proveedores tienen márgenes ridículos y las compañías petroleras quieren seguir sobreviviendo a toda costa. Es increíblemente difícil derrumbar un tejido industrial tan grande en tan poco tiempo. Acabará cayendo, pero lleva tiempo.
Otra razón más. El vehículo eléctrico sigue siendo más caro que el convencional. Y su autonomía sigue siendo un quebradero de cabeza. Hay una gran parte de la población que tiene que desplazarse muchos kilómetros diarios o viajar grandes distancias los fines de semana. ¡Ah y se me olvidaba! ¿Habrá puntos de recarga suficientes para millones de coches eléctricos? ¿Cuánto tiempo se tarda en re-configurar la infraestructura eléctrica en una ciudad?
Si sumamos todo lo anterior, es difícil pensar en un parque móvil sin motores de combustión en al menos 15 años. Incluso podemos ir a 30-50 años.
Algunos consideran que las regulaciones y las leyes contra el vehículo de combustión le empujarán a su fin. Pero de nuevo, tenemos que entender que legislar contra un sistema tan instaurado es difícil. Si el 80% de los ciudadanos utilizan vehículos de combustión, ¿legislarán las autoridades locales contra sus votantes?
Visión optimista: las soluciones disruptivas arrasan con todo
En realidad, todo lo anterior no es pesimista, es realista. El avance del coche eléctrico es lento debido a que debe derrumbar muchos muros. Sin embargo, nos nos debemos desanimar. Las revoluciones son capaces de derrumbar los muros más altos, y puede que estemos viendo el inicio de la revolución del coche eléctrico.
El coche eléctrico es mejor que el coche de combustión interna. Os recomendamos que visitéis esta entrada para que entendáis el concepto con claridad. Este hecho es crucial y puede suponer un cambio definitivo en las tendencias actuales. Cuando un producto es simplemente mejor y llega al mercado, es imposible pararlo. Nokia lo vivió con Apple. Tenían el mercado, tenían los clientes, tenían los proveedores, pero llegó un mejor producto (aún siendo más caro) y les borró de un plumazo. Las previsiones anteriores no sirvieron de nada.
Al principio del artículo mostrábamos las cifras de presencia de coche eléctrico en el mundo. Son desesperanzadoras, sí, pero miremos a Noruega. Es cierto que es un país pequeño y muy rico, pero para el 2025 esperan tener una flota 100% eléctrica.
Noruega puede ser una baliza. A medida que los precios bajen y las capacidades técnicas mejoren, los vehículos eléctricos seguirán aumentando su presencia. El motor de combustión ha llegado a su límite evolutivo, pero en cambio el motor eléctrico, y sobretodo las baterías, tienen un margen de mejora espectacular. Para el año 2025, los vehículos eléctricos serán igual de baratos que los vehículos gasolina y la fabricación de baterías se espera que se triplique en los próximos 3 años.
Además, debemos tener en cuenta que las preferencias de consumo están cambiando en los más jóvenes. El modelo de car-sharing en las ciudades es perfecto para el coche eléctrico. Puede que las ventas de vehículos de combustión no desaparezca pronto, pero los más jóvenes que viven en grandes ciudades están dejando de comprar coches. Prefieren usar modelos de transporte público junto al car-sharing, tal y como ya os hemos hablado aquí, aquí y aquí.
Debido a lo anterior, vemos predicciones diferentes a las que manejábamos al principio del artículo:
- Tony Serba: “En 2025 todos los vehículos nuevos serán eléctricos”
- Elon Musk: “En 10 años más de la mitad de la producción automovilística será eléctrica en los EEUU”
- Bloomber NEV: “Los coches eléctricos llegarán al 54% de las ventas mundiales en el 2040”
- Joel Couse, Responsable de economía en Energía de Total: “Los coches eléctricos coparán entre el 15 y el 30% de los vehículos nuevos en el año 2030”
Hay señales de cambio. Tesla y Volkswagen tienen planes para producir más de un millón de vehículos eléctricos por año para 2025. Recientemente, Volvo anunció que dejará de utilizar el motor de combustión tradicional y que todos sus nuevos modelos a partir de 2019 serán híbridos o completamente impulsados por baterías.
También está el factor China, que a veces tanto olvidamos en occidente. El gigante asiático va a ser un gran impulsor del coche eléctrico y puede romper todos los esquemas. China tiene actualmente el mayor número de coches eléctricos del mundo. Alrededor de 650.000 vehículos eléctricos circulan por sus carreteras, lo que representa aproximadamente un tercio del total mundial.
Por otro lado, la infraestructura eléctrica avanza lentamente, pero pueden darse modelos de negocio que impulsen su desarrollo. En los países donde Tesla ha ido ganando presencia, la instalación de cargadores ha respondido a la demanda. De nuevo, Noruega es un ejemplo de que es posible.
Por último, aunque hablábamos de la lentitud de legislación sobre el motor de combustión, puede que la situación regulatoria cambie rápidamente. Las emisiones producidas por el tráfico rodado en las grandes ciudades está entre el 60 y el 80% del total. Los daños a la salud son desorbitados, incluyendo enfermedades respiratorias crónicas, cardiovasculares y cancerígenas. La salud de millones de personas está en juego y la Unión Europea lo sabe. El Acuerdo del Clima de París habla del 30/30, es decir: 30% de vehículos eléctricos para el año 2030. Se necesita un esfuerzo regulatorio para llegar a estas cifras.
Pero el problema de las emisiones es otra historia que exploraremos próximamente…
Fuentes: Wikipedia, CNN, ACEA, Eurostat, electrek, Forbes, Bloomberg, The Guardian, Evadoption, Forbes, Telegraph,
Ha sido muy interesante leer esta entrada. Por una parte está la perspectiva de que en por lo menos quedan 30 años para ver muchos coches eléctricos por las calles y por la otra que se origine una revolución al estilo Apple.
Esto ya se inicio, ya nada lo detiene.