Imagina un mundo en el que el 100% de los vehículos fuesen autónomos y además eléctricos. ¿Has pensado cómo cambiaría nuestras vidas? Este recopilatorio de 36 increíbles consecuencias, explora cómo el mundo cambiará de forma radical cuando esto suceda. La revolución del transporte autónomo transformará por completo nuestra sociedad.

1. La gente no tendrá sus propios coches
El transporte será un servicio proporcionado mayoritariamente por compañías que posean flotas de vehículos autónomos. Hay tantas ventajas técnicas, económicas y de seguridad para el transporte como servicio, que este cambio puede llegar mucho más rápido de lo que la mayoría de la gente espera. Poseer un vehículo como individuo se convertirá en una novedad y un lujo.
Esta primera consecuencia tendrá enorme impacto en todas las demás.
2. Dominación por empresas de software
Las empresas de software/tecnología serán más dueñas de la economía mundial a medida que empresas como Uber, Google y Amazon conviertan el transporte en un servicio de pago por uso. Con el tiempo, tendrán tantos datos sobre personas, patrones, rutas y obstáculos que los nuevos actores tendrán enormes barreras para entrar en el mercado.
Puede que 2 o 3 grandes actores controlen >80% del mercado del transporte orientado al cliente. Es posible que se convierta en algo muy parecido a los mercados de aplicaciones para iPhone y Android. Sin embargo, la mayor parte de los ingresos se destinarán a unos pocos grandes jugadores, como sucede hoy en día con Apple y Google para teléfonos inteligentes.
3. Un nuevo mercado sin actores conocidos
Crecerán negocios asociados de software, de fabricación de baterías/energía, de servicio de mantenimiento de vehículos y de infraestructura de recarga/generación de energía/mantenimiento. Habrá una consolidación masiva de empresas que atienden a estos servicios y productos, ya que la escala y la eficiencia serán muy valiosas. Los coches serán como los routers de Internet; la mayoría de los consumidores no sabrán ni se preocuparán de quién los hizo o quién es el dueño de ellos.
4. Los diseños de los vehículos cambiarán radicalmente
Por dos razones: 1) los vehículos no tendrán que soportar choques de la misma manera y 2) todos los vehículos serán eléctricos. Probablemente habrá muchas innovaciones significativas en los materiales utilizados para la construcción de vehículos, nuevos diseños derivados de las nuevas cargas y ambientes mucho más controlados. Los cuerpos probablemente estarán hechos principalmente de compuestos (como fibra de carbono y fibra de vidrio) e incluirán componentes impresos en 3D. Los vehículos eléctricos sin conductor requerirán muchas menos partes y por lo tanto serán más rápidos de producir, lo que también derivará en mucha menos mano de obra.
Los nuevos actores en el diseño y fabricación de vehículos serán una mezcla de empresas clásicas, empresas de Silicon Valley nuevas empresas que aún no conocemos.
5. Poner y quitar baterías en vez de cargarlas
La mayoría de los vehículos cambiarán las baterías en lugar de cargarlas, ya que es un proceso que consume mucho tiempo. Las baterías se cargarán en centros distribuidos y altamente optimizados, probablemente propiedad de la misma compañía que los vehículos u otro proveedor nacional. Puede haber alguna oportunidad empresarial y un mercado para la carga y el intercambio de baterías, pero es probable que esta industria se consolide rápidamente. Las baterías se cambiarán sin intervención humana similar a un lavado de coches.
6. Los vehículos podrán proveer energía para una gran variedad de propósitos
Los vehículos podrán incluso reemplazar temporal o permanentemente las redes de distribución de energía eléctrica en algunos casos. Formarán una red de generación de energía distribuida con vehículos autónomos que ofrezcan servicios de energía a algunas ubicaciones.
7. Adiós a las licencias de conducir
Aunque lentamente, al igual que muchos servicios asociados. Pueden surgir otras formas de identificación, pero las personas ya no tendrán licencia de conducir. Esto se relacionará probablemente con la inevitable digitalización de toda la identificación personal mediante escaneos de retina u otro tipo de escaneo biométrico.
8. Desaparecerán plazas de aparcamiento convencionales
Los garajes serán reutilizados, como mini muelles de carga, para otras personas o para entregas. Las plazas en casas y edificios comerciales cambiará a medida que los estacionamientos y espacios desaparezcan.
9. La policía de tráfico será menos importante
Además, los vehículos policiales no tripulados serán más comunes y los oficiales de policía podrían utilizar el transporte comercial para desplazarse rutinariamente. Esto puede cambiar la naturaleza de la actividad policial.

10. Obsolescencia de muchos servicios
Talleres locales, concesionarios de automóviles, gasolineras… Todos tendrán que transformarse o desaparecerán.
11. Los seguros de coches, tal y como los conocemos, dejarán de ser necesarios
Como también lo hará el significativo poder de inversión de los principales actores de esta industria.
12. Los semáforos y las señales de tráfico desaparecerán
El coche autónomo no necesita señalización en la carretera. Es posible que los vehículos ni siquiera tengan faros delanteros, ya que el infrarrojo y el radar ocuparán el lugar del espectro de la luz humana. La relación entre los peatones (y las bicicletas) y los coches en la carretera probablemente cambiará enormemente.
13. El transporte multimodal se convertirá en una parte más normal de nuestra forma de movernos
En otras palabras, iremos cambiando de vehículo en nuestros trayectos, especialmente cuando viajemos distancias más largas. Con la coordinación e integración, la eliminación del estacionamiento y los patrones más deterministas, será cada vez más eficaz combinar modos de transporte.
14. La red eléctrica se transformará de arriba a abajo
Las centrales eléctricas a través de fuentes de energía renovable serán más competitivas y locales. Los consumidores y las pequeñas empresas con paneles solares, pequeños generadores de energía mareomotriz, molinos de viento y otros generadores de energía a pequeña escala, podrán vender energía a las empresas propietarias de los vehículos. Esto cambiará las reglas de juego y posiblemente alterará el modelo general de entrega de potencia. Incluso podría ser el comienzo de la creación de energía y transporte verdaderamente distribuidos. Es probable que se produzca un auge significativo de la innovación en los modelos de producción y entrega de energía hacia las flotas de vehículos autónomos. Con el tiempo, la propiedad de estos servicios se consolidará en un número muy reducido de empresas.
15. Los productos petrolíferos tradicionales serán mucho menos valiosos
A medida que los automóviles eléctricos sustituyan a los vehículos impulsados por combustible y que las fuentes alternativas de energía se vuelvan más viables, el negocio de los combustibles fósiles irá perdiendo importancia.
Esto tendrá muchas implicaciones geopolíticas. A medida que las implicaciones del cambio climático se vuelvan más claras y presentes, es probable que estas tendencias se aceleren. El petróleo seguirá siendo valioso para fabricar plásticos y otros materiales derivados, pero no se quemará para obtener energía a cualquier escala. Muchas empresas, países ricos en petróleo e inversionistas, ya han comenzado a adaptarse a estos cambios.
Los vehículos autónomos y eléctricos cambiarán radicalmente los centros de poder del mundo. Serán el principio del fin de la quema de hidrocarburos. Los poderosos intereses que hoy controlan estas industrias lucharán despiadadamente para detener este proceso.
16. Las inversiones cambiarán
Piense en cuántos anuncios ves u oyes sobre coches, financiación, seguros de automóvil, accesorios o venta de coches. Es probable que se produzcan muchos otros cambios estructurales y culturales en la industria del transporte. Al ir cambiando el coche de un producto que se compra y se adquiere, hacia un modelo de servicio de pago por uso, las inversiones publicitarias buscarán otros mercados.
El vehículo autónomo y eléctrico acelerará las inversiones en automatización. El coche dejará de ser terreno exclusivo a fabricantes tradicionales, con empresas de todo tipo entrando de lleno. Habrá muchos incentivos para invertir capital pronto, muchas empresas invertirán en tecnología y soluciones enfocadas al coche autónomo.
17. Innovaciones en el equipaje
Los coches tendrán más espacio de maletero, gracias a la sencillez del motor eléctrico. El tamaño y la forma tradicional del maletero cambiarán. Muchos servicios adicionales bajo demanda estarán disponibles en estos espacios, a medida que el transporte de bienes y servicios se vuelva más ubicuo y barato.

18. Transporte más barato
Desplazarse será más barato. Los consumidores tendrán más dinero a medida que el transporte se vuelva mucho más barato y ubicuo.
19. La demanda de taxistas y camioneros se reducirá a cero
Alguien nacido hoy, podría no entender lo que eran estas profesiones dentro de 30 años.
20. Las nuevas empresas de reparto serán los coches autónomos
Amazon y los fabricantes de vehículos autónomos pondrán a Fedex, UPS y todas las empresas actuales de mensajería en jaque. Las redes de transporte autónomo serán varios órdenes de magnitudes más rentables que los modelos existentes.
21. Los vehículos transportarán personas y mercancías a la vez
Gracias a complejos algoritmos que optimicen todas las rutas, los vehículos autónomos podrán recoger un paquete y poco tiempo después a unos pasajeros. Además, el servicio fuera de las horas punta permitirá opciones de entrega de bienes muy económicas. En otras palabras, los paquetes se entregarán cada vez más de noche. Si añadimos aviones autónomos de reparto a esta mezcla, habrá muy pocas opciones para negocios tradicionales.
22. Las carreteras serán mucho más pequeñas y estarán más vacías
Los automóviles autónomos necesitan mucho menos espacio entre sí (una de las principales causas del tráfico hoy en día). Además, la gente compartirá vehículos más que hoy (carpooling) y el flujo de tráfico estará mejor regulado, optimizándose así la utilización de la infraestructura. Los túneles subterráneos de alta velocidad (quizás integrando la tecnología Hyperloop) se convertirán en la red de alta velocidad para viajes de largo recorrido.

23. Los viajes aéreos de corta distancia pueden verse desplazados en gran medida por los viajes multimodales en vehículos autónomos
Esto puede ser contrarrestado por el advenimiento de viajes aéreos más automatizados y de menor coste. También el transporte aéreo puede formar parte del transporte multimodal integrado.
24. Nuevas carreteras
Las carreteras se desgastarán mucho más lentamente, al ser los vehículos más ligeros (con menos requisitos de seguridad). La calzada podría tener materiales que permitan cargar los vehículos, o incluir placas solares. Mucha infraestructura de carretera como guardarrailes, radares de velocidad, etc. podría desaparecer, dando nuevos espacios para ser aprovechados.
25. Los coches se convertirán en centros de ocio y servicios
Incluía habrá vehículos Premium con mayor comodidad, buenas características de negocios (tranquilidad, wifi, bluetooth para cada pasajero, etc.), servicios de masajes y camas para dormir. Algunos coches darán servicio para reuniones reales y virtuales en tránsito. Esto también incluirá probablemente aromaterapia, muchas versiones de sistemas de entretenimiento en el vehículo e incluso pasajeros virtuales para hacer compañía.
Las personas podrán comer/beber en tránsito y consumir más información (lectura, podcasts, video, etc.). Esto nos permitirá ser productivos durante nuestros viajes urbanos.
Se abrirán mercados innovadores similares a las aplicaciones móviles, para compras en tránsito dentro de los vehículos autónomos, yendo desde servicios de alimentos, máquinas expendedoras, compras, educación y ocio en general. La Realidad Virtual tendrá un nuevo mercado. Con los sistemas integrados, la RV (a través de auriculares, pantallas u hologramas) se convertirá en una tarifa estándar para viajes de más de unos minutos de duración.

26. Ya no habrá excusas para llegar tarde
Con el vehículo autónomo los atascos se reducirán casi a cero. Los trayectos serán absolutamente predecibles. La gente sabrá cuánto tardará en hacer un viaje con enorme exactitud. Habrá pocas excusas para llegar tarde. También podremos rastrear mejor a los hijos, cónyuges, empleados y demás. Podremos saber exactamente cuando alguien llegará y cuando alguien necesita irse para estar en algún lugar a una hora determinada.
27. Adiós al control de alcoholemia
Eventualmente, se podrá beber y “conducir”. Sólo será necesario decirle al coche el destino al que vamos.
28. El coche autónomo, herramienta contra el crimen
De repente millones de cámaras estarán grabando continuamente la ciudad, sin que la policía haya invertido dinero. Los coches autónomos grabarán todas las calles de las grandes ciudades. Esto tendrá un impacto positivo en el crimen, pero abrirá muchos problemas complejos de privacidad y probablemente muchas demandas judiciales.
Sensores de todo tipo se integrarán en vehículos, sirviendo no sólo a la policía, sino también a los pronósticos meteorológicos, la localización de personas, análisis de las infraestructura de la ciudad, etc. Estos datos serán monetizados, probablemente por las empresas propietarias de los servicios de transporte.
29. Se acabaron los juicios por accidente de tráfico
Al menos tal y como son ahora. Muchos abogados perderán fuentes de ingresos. Las multas de tráfico desaparecerán y los litigios por accidentes se reducirán drásticamente. Es más probable que los litigios sean “compañía grande” contra “compañía grande” o “individuos” contra “compañía grande”, no individuos entre sí. Estos casos se resolverán más rápidamente. El arbitraje forzado y otras cláusulas similares se convertirán en un componente explícito de nuestra relación contractual con los proveedores de transporte.
30. Aparecerán servicios de transporte público autónomo
No sólo con autobuses, sino con vehículos de tamaño turismo, e incluso con vehículos de conductores privados. Algunos países nacionalizarán partes de sus redes de transporte autónomo, lo que podría dar lugar a menores costes y menos innovación. Será una manera de protegerse frente a grandes tecnológicas que controlen el transporte como servicio.

31. El transporte autónomo en servicios integrales
Muchos negocios incorporarán el transporte autónomo en sus paquetes de servicios: podrás reservar una cena y al mismo tiempo el transporte de tu casa al restaurante; los hoteles ofrecerán servicio desde el aeropuerto, etc. Esto puede extenderse incluso a apartamentos, alquileres a corto plazo (como AirBnB) y otros proveedores de servicios.
32. Menos accidentes, nuevas amenazas de ciberseguridad
Muchas, muchísimas menos personas resultarán heridas o muertas en las carreteras. La piratería informática y los problemas técnicos no maliciosos sustituirán al tráfico como riesgo principal.
La piratería informática de vehículos será un problema grave. Para abordar estos problemas surgirán nuevas empresas y tecnologías de software y seguridad. Veremos pronto el primer vehículo pirateado y sus consecuencias. La computación altamente distribuida, tal vez utilizando alguna forma de Blockchain, se convertirá en parte de la solución. Probablemente habrá un debate sobre si las fuerzas del orden pueden controlar, observar y restringir el transporte y cómo hacerlo.
33. Pasear e ir en bicicleta en la ciudad será más seguro
Los coches autónomos reducirán los atropellos casi a cero. Las carreteras se volverán más seguras, también en las ciudades, lo cual derivará en nuevas formas de moverse por la ciudad de forma segura.
34. Publicidad masiva personalizada
Es probable que los vehículos autónomos de las flotas se llenen por completo de publicidad de todo tipo, aunque probablemente habrá maneras de pagar más para tener una experiencia libre de anuncios. La publicidad estará altamente personalizada en ruta, diseñada según quién eres y hacia dónde vas.
35. Ciudades más limpias
Hasta el 60% de la contaminación en las ciudades proviene actualmente del tráfico. Una futura flota 100% eléctrica mejorará la salud de todos los ciudadanos. Será incluso más relevante en los países en desarrollo, donde la congestión actual es notablemente mala y enormemente costosa. Aún más gente se mudará a las ciudades.
36. ¿Viajes gratuitos?
Podrían surgir negocios en los que las empresas de transporte autónomo subvencionen parcial o totalmente los viajes. Por contra, los clientes entregan algún valor, como a través de encuestas, la participación en eventos virtuales, la promoción de su marca a través de medios sociales, etc.
Un sueño revolucionario
Este artículo está inspirado en el artículo de Geoff Nesnow “73 Mind-Blowing Implications of Driverless Cars and Trucks“, que a su vez estaba inspirado en una presentación de Ryan Chin, CEO de Optimus Ridespeak, en un evento del MIT sobre vehículos autónomos. De todas las ideas de estas dos personas, hemos consolidado muchas y hemos descartado otras que hemos considerado poco relevantes o creíbles. Sea como sea, soñar en un futuro de transporte autónomo, nos hace darnos cuentas que podría suponer una de las revoluciones más importantes en la historia de la humanidad.
Quiero felicitaros por la entrada y todas las reflexiones que de ella se derivan. Muchas veces se fija la vista en las innovaciones tecnológicas solo como un paso más en una carrera entre competidores por ofrecer nuevos productos y servicios, y olvidamos mirar más allá, para poder entender como ciertos avances no son solo tecnología, sino que supondrán un cambio en la forma de entender los actuales servicios y comportamientos colectivos de los usuarios.
En la entrada se cita como una ventaja del vehículo eléctrico (y autónomo) las “ciudades más limpias”. En mi opinión, este elemento podría convertirse en un factor determinante para el crecimiento exponencial del vehículo eléctrico primero, y autónomo después. Muchas de las grandes ciudades del planeta (sea cual sea el continente) tienen problemas de contaminación atmosférica derivada del tráfico, al mismo tiempo, la población urbana crece cada año prácticamente en todos los países del mundo, la movilidad en estos espacios cada vez más complejos ha de ser sostenible lo antes posible, prueba de ello es que en muchas ciudades ya se están tomando medidas diversas.
Avanzamos hacia un modelo de transporte urbano que penalizará y añadirá restricciones cada vez más fuertes al vehículo particular para acceder al “centro”. Por ejemplo, el concepto de carsharing empleando vehículos eléctricos ha llevado un nuevo modelo de transporte (y de negocio) a las ciudades, y nos está familiarizando con el vehículo eléctrico de una forma imprevista.
El vehículo eléctrico aporta beneficios en ese modelo de “ciudad más limpia”, si la regulación y la tecnología avanzan en paralelo, no sería extraño comenzar a ver en los próximos años cómo determinadas zonas de las ciudades (centro histórico/cultural, áreas empresariales, campus universitarios, complejos sanitarios, etc.) se convierten en áreas autónomas, donde sólo se pueda circular en vehículos eléctricos sin conductor (además de bicicletas).
Todo podrían ser ventajas: vehículos compartidos que van y vienen, evitando la necesidad de aparcamiento en superficie en esas zonas y dejando más espacio de vía pública disponible (peatones, ciclistas, zonas verdes,…); menor ruido y cero emisiones de gases contaminantes; la opción de cargar los vehículos a partir de energías renovables “in situ”; evitando pérdidas en las redes de transporte de energía y aprovechando remanentes energéticos; mayor fluidez en los movimientos de los vehículos, por medio de un sistema central de gestión de la movilidad capaz de modificar en tiempo real las rutas de los vehículos autónomos interconectados, evitando así atascos, accidentes u otros imprevistos; un cambio en el modelo de consumo, reduciendo la presión sobre los recursos para producir bienes, es decir, consumir servicios sin la necesidad de poseer productos (vehículos), actualmente infrautilizados por gran parte de sus propietarios.
César García Aranda
Muchas gracias por tus comentarios César! La verdad es que has hecho un análisis muy acertado de todos los cambios que están por venir inevitablemente, más aquellos que tenemos que impulsar para crear una movilidad sostenible en las ciudades.
Así pues, hay que tener en cuenta dos facetas fundamentales en este asunto u otros:
1. La tecnología puede derivar en cambios sociales muy profundos y las personas deben prepararse para estos cambios y adaptarse a ellos.
2. Las tecnologías pueden ayudar a mejorar el mundo, por lo que es responsabilidad de todos impulsar aquellas que así lo hagan.