Todo lo que necesitas saber sobre la celiaquía (intolerancia al gluten)

Hoy 27 de mayo es el día de la celiaquía. Más comúnmente más conocida como intolerancia al gluten, es una enfermedad causada por la reacción inmune frente a dicha sustancia. Aunque se estima que entre el 1 y el 2% de la población española sufre esta enfermedad, cifra que se traduce en unos 500.000 afectados, lo más preocupante es que 6 de cada 7 celiacos no están diagnosticados, y actualmente ignoran que lo son.

aaaaaaaaaaa
Drschaer institute

¿Qué hace difícil dicho diagnóstico?

¿De qué se trata esta enfermedad?

¿Cuál son sus causas?

¿Existe a día de hoy alguna solución efectiva?

Empezaremos por el gluten, el desencadenante de este síndrome. Se trata de una sustancia proteica presente en una gran variedad de cereales tales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, principalmente, y consecuentemente, en todos los alimentos que contengan tales ingredientes. Hablaríamos, por tanto, de pizzas, pastas, pan, galletas… si pensamos de forma lógica en alimentos fabricados con dichos cereales.

Sin embargo, el gluten puede estar presente en infinidad de productos alimenticios que, por desgracia, si no eres celiaco, desconoces: sopas, alimentos fritos, imitaciones de pescado y marisco, jamón cocido, salchichas cocidas… Tal es su importancia, que se trata del segundo aditivo más utilizado en el mundo occidental después del azúcar, pudiéndose encontrar no solo en alimentos, sino también en productos cosméticos y de higiene personal.

Bioquímicamente hablando, el gluten es un componente formado, principalmente, por dos proteínas, la gliadina y la glutenina, aunque también contiene una pequeña fracción de lípidos (8%) y carbohidratos (2%). Cuando el gluten, tras ser ingerido, llega a nuestro intestino, se encuentra de frente con una enzima producida en la misma pared intestinal, la transglutaminasa tisular (tTG).

Las enzimas, de forma muy breve, serían proteínas cuya misión es acelerar el trascurso de una reacción específica. En este caso, la función de la tTG es degradar el gluten en gliadina y glutenina. Estas proteínas, al igual que el resto de alimentos que ingerimos, son digeridas y absorbidas a través del intestino en forma de nutrientes.

La transglutaminasa tisular, tiene además otra misión clave en nuestro intestino, y es que mantiene unidas y bien cohesionadas las microvellosidades del lumen intestinal. El intestino es un largo conducto que se encuentra recubierto internamente por unas prolongaciones en forma de “tentáculos” denominas vellosidades. Estas vellosidades existen, precisamente, para aumentar la superficie de absorción de los nutrientes, y que este proceso sea mucho más efectivo.

intestino.gif
Steemit

En los celiacos, cuando el gluten llega al intestino y es degradado a gliadina y glutenina, el sistema inmune de la mucosa intestinal detecta la gliadina como una sustancia dañina, y actúa fabricando anticuerpos contra ella, como si de un patógeno maligno se tratara.

¿Cuál es el problema? Que los anticuerpos que produce el sistema inmune atacan también a la enzima transglutaminasa tisular. Es por este motivo, por el que la celiaquía, comúnmente, se clasifica como enfermedad autoinmune, ya que es el sistema inmune el que ataca una parte propia del individuo, en este caso la enzima tTG.

El resultado de este ataque autoinmune, desencadenado por la ingesta de gluten, es el bloqueo de la transglutaminasa tisular, de forma que es incapaz de mantener unidas las vellosidades. Como consecuencia, se produce una situación de inflamación intestinal y las microvellosidades se acaban atrofiando, lo que causa un aplanamiento del intestino y, consecuentemente, una disminución de la absorción de todos los nutrientes de la dieta.

A raíz de estos problemas, los celiacos pueden sufrir una serie de síntomas comunes, como diarrea crónica, deficiencias nutricionales, pérdida de peso, anemia, dolor asociado a flatulencias, cambios de comportamiento, cansancio… Y recalcar las palabras pueden sufrir, ya que una gran parte de afectados por la enfermedad no presenta ningún tipo de sintomatología, lo que podría explicar, a su vez, el gran número de celiacos no diagnosticados.

Además, pese a que los anteriormente mencionados, son problemas típicos de algunos celiacos, no son característicos, únicamente, de dicha intolerancia, por lo que el diagnóstico puede complicarse. Muchas veces, una simple cirugía, un embarazo o un parto, una gastroenteritis bacteriana o una infección viral pueden conllevar la misma sintomatología.

Por si fuera poco, las personas con celiaquía no solo pueden sufrir dichos síntomas, sino que también son más propensas a tener trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoidea, pero también, síndrome de Down, cáncer intestinal, intolerancia a la lactosa, enfermedad tiroidea y diabetes tipo I, entre otras complicaciones.

Un dato curioso, muy relacionado con este aspecto, es que en algunos casos las personas creen sufrir una intolerancia a la lactosa cuando en realidad la intolerancia que sufren es al gluten. Cuando el intestino está inflamado y las microvellosidades atrofiadas, la lactosa no se absorbe correctamente lo que acaba produciendo la misma sintomatología que la intolerancia a esta sustancia. Este aspecto se confirma cuando tras suprimir la ingesta de gluten en la dieta, los problemas relacionados con la lactosa desaparecen.

¿Se conocen ya cuáles son los desencadenantes de la celiaquía?

Pese a tratarse de una condición tan frecuente, todavía se desconocen con exactitud cuáles son sus causas. Lo que actualmente sí se sabe con certeza es que la posesión de tres variantes génicas (HLA-DQ2, HLA-DQ8 y Half DQ2) está íntimamente relacionada con el desarrollo de la celiaquía. Sin embargo, no son los únicos genes implicados, ya que hasta el momento se han identificado otros 50 genes asociados, aunque en un número menor de casos.

En este sentido, se podría clasificar la celiaquía como una enfermedad hereditaria, sin embargo, no lo es, estrictamente hablando, ya que heredar dichas variantes génicas no implica tener la enfermedad si no que eleva el riesgo de padecerla. ¿De qué dependerá al final? De otros factores ambientales, como el momento de introducción del gluten en la dieta de los niños, el periodo de lactancia…

Otro aspecto bien determinado a día de hoy es que la enfermedad se puede manifestar en cualquier momento de la vida, desde la lactancia hasta la adultez, aunque es más común en personas de avanzada edad. Se trata, además, de un trastorno más prevalente en personas de origen europeo y en general, del sexo femenino: por cada hombre celiaco existen 2 mujeres afectadas.

gluten.jpg

¿Cómo se diagnostica?

Por ser una enfermedad, cuyos síntomas no son propios exclusivamente de la misma, el diagnóstico requiere de más de una prueba: desde poseer los síntomas comunes, a analizar la presencia de los anticuerpos contra gliadina y transglutaminasa, pasando por test genéticos para identificar la presencia de los genes comúnmente relacionados. Confirmando, finalmente el diagnóstico, con una biopsia intestinal que demuestre el estado atrofiado de las microvellosidades.

Sin embargo, hay que ser extremadamente cuidadosos ya que toda esta metodología de diagnóstico puede dejar de ser útil, puesto que si el gluten se ha eliminado de la dieta, los daños a nivel intestinal, los síntomas consecuentes y los anticuerpos generados, pueden haber desaparecido temporalmente.

¿Existen tratamientos efectivos?

Aunque, actualmente, el único tratamiento eficaz es realizar una dieta estricta sin gluten, se está probando otra alternativa: una vacuna. Este tratamiento no poseería la función de curar, si no de enseñar al sistema inmune a tolerar el gluten en momentos determinados o puntuales.

La vacuna de la celiaquía, que actualmente se encuentra en fases de ensayo clínico, constaría de 3 péptidos (proteínas de menor tamaño) que serían reconocidos por las células del sistema inmune encargadas de producir los anticuerpos. De esta forma, la vacuna trataría de evitar que el sistema inmune reaccionará contra el gluten, y concretamente, contra la gliadina.

¿Otras alternativas?

Cereales modificados genéticamente. Un grupo de investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC de Córdoba han conseguido desarrollar una variedad de trigo baja en gliadinas, proteínas desencadenantes de la celiaquía.

Con la eliminación de los genes implicados en la producción de dichas proteínas, mediante la técnica biotecnológica CRISPR-CAS9, el trigo resultante parece ser apto para celiacos, a espera de la finalización de los ensayos clínicos que lo confirmen. Los cereales producidos a través de esta metodología, no solo poseen una calidad nutricional idéntica a las variedades normales, sino que cuentan con un perfil organoléptico incluso superior, para los expertos, al trigo clásico.

¿Y ahora qué?

¿Por ahora? Queda esperar y desear, que el creciente número de celiacos diagnosticados a nivel mundial pueda convertirse algún día en un asunto menos alarmante, por la disponibilidad de una solución que permita hacer la vida, un poco más fácil, a aquellos que sufren esta enfermedad tan frecuente, y a la vez tan desconocida por el resto.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

https://celicidad.net/

https://www.merckmanuals.com/professional/gastrointestinal-disorders/malabsorption-syndromes/celiac-disease

https://www.celiacos.org/enfermedad-celiaca/el-gluten.html

https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/enfermedad-celiaca

http://www.ias.csic.es/pan-de-trigo-apto-celiacos/

https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/es-mensurable-la-consciencia-724/trigo-sin-gluten-15927

mariairanzo María Iranzo

articulo_oficial

3 comentarios en “Todo lo que necesitas saber sobre la celiaquía (intolerancia al gluten)

  1. Esa vacuna se podria poner en adultos??y en cuantos años saldria al mercado.?
    Otra pregunta..llevo mi dieta rigurosamente sin gluten y sin otras intolerancias a otros alimentos..y no consigo quitar mus diarreas mis episofios siguen diendo muy frecuentes..gracias

    1. La vacuna sirve para tolerar la ingesta en momentos puntuales por lo que podria ser usada tanto en niños como en adultos. La vacuna ha superado con exito la fase 1 de ensayos clinicos por lo que quedarian la 2 y la 3 antes de aprobarlo. En total las 3 fases suelen durar entre 5-8 años y la duracion de cada una de ellas es tambien variable en funcion del medicamento. Respecto a los síntomas, visite un médico y que le diagnostique.
      María Iranzo

Deja un comentario