Las sociedades de países más desarrollados están envejeciendo a un ritmo muy elevado, mientras que los trabajadores de más edad ven cómo las nuevas tecnologías les impiden adaptarse a nuevos empleos. Nuestro sistema laboral actual está en verdadero riesgo. Singapur tiene un método para minimizar estos impactos con el que han conseguido reducir el paro al 2%. ¿Cuál es su solución y por qué no la copiamos?
Singapur: un ejemplo de progreso
En 1965, el desempleo en Singapur era de dos dígitos y la alfabetización del 57%. Hoy Singapur tiene aproximadamente un 2% de desempleo, uno de los más bajos del mundo. Su producto interno bruto por persona es más del 300% del promedio mundial. Los niños de Singapur figuran regularmente entre los mejores estudiantes del mundo según informes PISA.
Por lo tanto, vale la pena destacar cómo Singapur está abordando un problema que muchas naciones comparten: una fuerza laboral que envejece y cuyas habilidades se vuelven obsoletas antes de que termine su vida laboral. Singapur es un indicador de lo que está sucediendo en gran parte del mundo desarrollado. A medida que la demografía está envejeciendo, también lo hace la fuerza laboral. El fantasma de la obsolescencia en el trabajo se ve cada día. Las personas con más experiencia deben dominar nuevos programas informáticos, tecnologías, métodos e incluso diferentes formas de interactuar con los demás.
El mercado laboral ha cambiado
Tradicionalmente, las carreras eran como peldaños en una escalera ascendente en los que uno se detenía durante unos años en cada paso. Pero las carreras modernas son más como cintas transportadoras que circulan sin parar. Tienes que seguir moviéndote y aprendiendo, no importa la edad que tengas. Los governantes de Singapur se dieron cuenta de esta tendencia hace años y consiguieron reaccionar a tiempo.
“Tenemos que rediseñar nuestros puestos de trabajo, y necesitamos capacitar a la gente para que asuma estos nuevos puestos de trabajo. Cada uno tiene que jugar un papel en esto – el trabajador, el empleador, el gobierno y la sociedad misma” – Patrick Tay, miembro del Parlamento nacional y funcionario del gobierno de Singapur
El secreto de Singapur: la segunda especialización
En la economía actual, desarrollar tus habilidades en un sector distinto al que trabajas es necesario para la resistencia profesional. ¿Eres médico? aprende a tocar un instrumento. ¿Eres periodista? aprende a programar. ¿Eres policía? aprende algo de medicina.
Estar capacitado para un nuevo sector te da opciones y flexibilidad. Esa segunda habilidad o capacitación puede complementar las habilidades que ya estás usando en tu trabajo actual u ofrecer un camino completamente alternativo en caso de que tengas que cambiar súbitamente de trabajo, como suele suceder en el nuevo mercado laboral.
Suena idílico, pero la primera pregunta es evidente: ¿quién paga por la formación de segundas cualificaciones para toda la sociedad?
La respuesta en Singapur es sorprendente. Cada ciudadano de 25 años o más recibe unos 285€ periódicos por parte del gobierno, a través del programa SkillsFuture, para adquirir nuevas habilidades de su elección. El gobierno paga por formar a sus ciudadanos en cualquier cosa que quieran aprender, no sólo en lo que su compañía necesite que sepan.
Esto funciona en Singapur porque el país valora la colaboración entre el gobierno, los sindicatos y los empleadores.
“Creo que Singapur tiene su propia mezcla única. Somos uno de los pocos países que tiene a los empleadores, al gobierno y a los sindicatos conversando en la misma sala. Tenemos un importante objetivo común, que es hacer crecer el pastel económico de la nación.” – dice Patrick Tay
Un método que funcionaría para todo el mundo
La segunda especialización tiene dos dimensiones: trabajo y pasión. Algunos eligen habilidades relacionadas con aquello que les gusta hacer. Otros eligen habilidades relacionadas con los trabajos que creen que estarán disponibles en los próximos años. La unión de ambas fomenta la adaptabilidad, la creatividad, el bienestar social y la empleabilidad nacional. El objetivo es tener una fuerza laboral adaptable y en continua productividad. Y no se puede decir que éste no sea un objetivo de todas las naciones.
¿Y tú qué puedes hacer? Al menos trata de replicar la lección aprendida. Especialmente teniendo en cuenta que tu tiempo y dinero serán escasos, construye una segunda habilidad a partir de algo en lo que ya estás familiarizado. A menudo tienes más talento y habilidad dentro de ti de lo que piensas. Lo que es emocionante de una segunda especialización es que no se trata necesariamente de un trabajo. También se trata de respetar tu capacidad multifacética para ser bueno en diferentes cosas. Éste es el secreto para triunfar en el nuevo mundo laboral.
Fuente: Ted
Dejé de leer al llegar a la palabra “sindicatos”