Lola Ortiz Sánchez se convirtió el 11 de abril de este año en la decana del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid. Lola trae aire fresco a un sector encasillado en lo tradicional. En esta entrevista la decana explora los desafíos actuales en el desarrollo urbano sostenible y comparte su visión de las ciudades del mañana.
En tu opinión, ¿cuáles son los factores fundamentales para la sostenibilidad de las ciudades en el futuro?
Las razones de la concentración gradual de la población en las urbes han sido, principalmente, económicas. Desde la Revolución Industrial, iniciada a finales del siglo XVIII en Inglaterra, el proceso de concentración gradual de la población en las ciudades ha ido en paralelo con el desarrollo económico de los diferentes países. En especial por la mejora de la productividad como consecuencia de la concentración de capital en inversiones como importantes infraestructuras de transporte, puertos, aeropuertos, carreteras y vías ferroviarias.
Todo ello, ha condicionado de forma muy relevante la articulación del territorio, lo que exige una población muy numerosa y especializada en el entorno, tanto para su funcionamiento como para sus suministros y servicios, como universidades u hospitales.
Por otro lado, aparecen nuevos factores que van a resultar decisivos en la conformación y desarrollo de las ciudades del siglo XXI, destacando el calentamiento global, como consecuencia de la emisión de enormes cantidades de gases efecto invernadero (GEI) de origen antropogénico. La única forma de hacer frente al calentamiento global es conseguir lo antes posible una completa descarbonización de la economía en todos sus sectores.
¿Qué alternativas propones? ¿En qué áreas concretas habría que trabajar?
La tecnología es la única forma de lograr la sostenibilidad, no como un fin en sí misma, sino para hacer frente al reto de descarbonizar la economía. La rápida evolución e implantación de nuevas tecnologías va a ser necesaria en todos los aspectos de nuestra vida. Esto tiene como efecto no deseado una mayor complejidad de la sociedad y conlleva una mayor fragilidad para poder hacer frente a episodios no previstos.
Por ello, debe aumentarse la resiliencia de las ciudades, mediante una cuidadosa planificación de escenarios de interrupción de determinados servicios o bien de funcionamiento en condiciones extremas. Además, el desarrollo económico lleva a los ciudadanos a un incremento de las exigencias en su calidad de vida. Un aspecto que destaca por su alto nivel de exigencia es la calidad del aire.
Tampoco podemos olvidar que un elemento fundamental del futuro de cualquier ciudad es que resulte competitiva en una economía cada vez más globalizada, para lo cual cada una de ellas debe buscar su propio nicho de actividad para seguir ofreciendo posibilidades de trabajo a sus habitantes. En todo caso, hay que tener en cuenta que la movilidad del capital y de la tecnología es hoy mayor que nunca, por lo que lo interesante sería poder ser competitivo en varios sectores.
Por último, hay que contemplar en todas las decisiones la necesidad de la inclusión social con el objeto de no generar grandes bolsas de marginación, que podrían crear inestabilidad en el futuro. Se hace necesario detectar e identificar los grupos de población más desfavorecidos con el fin de desarrollar políticas públicas que les permitan vivir en condiciones dignas.
Se habla de mega-ciudades y concentración de población en dichas urbes, ¿cómo podremos lograr que convivan tantas personas en una misma ciudad?
El fenómeno de mega-ciudad se está generando en zonas como Asia o Sudamérica. Sin duda, en estas ciudades se generan gran cantidad de externalidades debido a su tamaño. En este tipo de urbes es fundamental fomentar un transporte urbano sostenible, basado fundamentalmente en los grandes nodos de transporte público.
En el último diagnóstico realizado para la elaboración de la Agenda Urbana España se destaca que en España el modelo de ciudad que se impone es el modelo de ciudad mediterránea, compacta de tamaño medio, en ningún caso las mega-ciudades. La calidad de vida en nuestras ciudades es muy alta y la vida media de los españoles es de las más altas del mundo, por lo que no creo que cambiar este modelo de ciudad mediterránea nos beneficie en absoluto.
¿Cuál crees que será el papel de los ingenieros en dicha transformación de las ciudades?
El papel de los Ingenieros de Caminos es fundamental en la planificación de las nuevas ciudades. Su amplia formación les permite tener una visión transversal de muchos elementos de la ciudad, como es el urbanismo, el transporte urbano sostenible, residuos, agua, saneamiento, economía circular, cambio climático, pobreza energética, eficiencia energética, etc.
Por supuesto, en la ciudad tienen cabida muchos otros perfiles profesionales, como todos los referentes a los problemas de inclusión social, integración de inmigrantes, refugiados, etc. Aunque, desde mi punto de vista y por la formación de los Ingenieros de Caminos, éstos deben liderar la adaptación de las ciudades y los nuevos retos a los que se enfrentan.
¿Qué nuevos tipos de puestos de trabajo crees que se podrán crear para soportar este desarrollo urbano?
Además de los perfiles profesionales liderados por los Ingenieros, las nuevas necesidades que van a tener las ciudades estarán provocadas por la disrupción tecnológica en todos los ámbitos. Esto va a hacer que el mercado solicite perfiles profesionales muy tecnológicos que permitan mantener, conservar y mejorar los sistemas inteligentes implementados para la gestión sostenible de las ciudades.
¿Cómo valoras el caso de España en términos de desarrollo de las ciudades? ¿Cuáles serán nuestros principales retos?
Las ciudades españolas se caracterizan por ser ciudades compactas, de tipo mediterráneo, que funcionalmente se comportan muy bien. Los principales retos a los que se enfrentan nuestras ciudades son los problemas derivados de los efectos de cambio climático, los mismos retos que hay a nivel internacional: descarbonización y problemas de calidad del aire. Además, hay zonas especialmente vulnerables frente al cambio climático, como las ciudades costeras.
Por otro lado, también se están dando cada vez desigualdades sociales importantes que fomentan la aparición de guetos y de zonas vulnerables socialmente.
Otro fenómeno que se está produciendo en las ciudades españolas de forma alarmante es el aumento de la edad media de vida de la población. Adaptar las ciudades y hacerlas accesibles a estos colectivos va a ser también muy importante a corto y a medio plazo.
¿Ves posible lograr los objetivos del ODS11 de aquí a 2030?
Desde la Unión Europea se está haciendo un gran esfuerzo en fomentar un desarrollo urbano sostenible e integrado, en el periodo de programación de Fondos Europeos 2014-2020. En este periodo la Comisión Europea va a invertir casi 1.400 millones de euros de ayuda, que supondrá una inversión de casi 2.000 millones para implementar Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) en las ciudades. Esto va a beneficiar directamente a más de 18,5 millones de habitantes en nuestro país.
Por otro lado, para el próximo periodo de programación de Fondos Europeos el 2021-2027, se va a obligar a los Estados miembros en invertir al menos un 6% de sus Fondos FEDER en Desarrollo Urbano.
Esto significa que desde Europa se está apostando por un desarrollo sostenible de nuestras ciudades, que esperemos nos permita lograr el ODS11 para el año 2030.
La movilidad es un aspecto que está muy de moda; contaminación, coches eléctricos, coches autónomos, carsharing y ahora hasta patinetes eléctricos compartidos, ¿cuál es tu visión sobre la movilidad en el futuro en las ciudades?
En mi opinión, los principales objetivos que tendría que tener la movilidad serían:
- Mejora de la interacción del planeamiento territorial y el transporte.
- Mejora de la eficiencia y eficacia de los servicios de transporte público.
- Promoción de la accesibilidad universal.
- Plantear nuevo esquema de financiación del transporte público con el resto de políticas tarifarias de movilidad.
- Integración de la política tarifaria del transporte público con el resto de políticas tarifarias de movilidad.
- Reducción de los efectos ambientales negativos mediante, entre otros, una disminución de la emisión de los gases de efecto invernadero y de la contaminación del aire y acústica.
- Mejora de la seguridad vial en las redes urbanas.
- Implantación de las tecnologías de la información y comunicación de forma generalizada en todos los aspectos de la movilidad.
- Elaboración de un Plan de Infraestructuras de transporte público: plataformas reservadas, vertebración de las redes ferroviarias, impulso de carriles bus, priorización semafórica para autobuses, aparcamientos de disuasión, fomento de la movilidad ciclista.
Desde el punto de vista de infraestructuras, ¿hacia dónde crees que se deben enfocar los esfuerzos en innovación dentro del sector para hacer las ciudades más sostenibles?
De los tres sectores económicos en los que se consume la energía, transporte, edificación y sector primario e industria, el sector transporte es el mayor consumidor de los tres en España, con un 41% del total. También es el que produce más emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la energía.
Por esto los principales objetivos desde el punto de vista de las infraestructuras para lograr ciudades más sostenibles tendrían que ser:
- Objetivos de sostenibilidad económica y funcional: conseguir un reparto modal el que se prime el transporte público, a pie o en bicicleta frente al vehículo privado. Mejora la ratio viajeros/vehículo-kilometro para el conjunto del sistema de transporte público. Conseguir que los ingresos por tarifa cubran al menos el 50% de los costes.
- Objetivos de sostenibilidad socia: conseguir un aumento de la cobertura territorial del transporte público para el conjunto de la ciudad, así como disminuir los tiempos de acceso ponderados en transporte público a determinados puntos de atracción.
- Objetivos de sostenibilidad ambiental: reducción de las emisiones GEI, mejorar la cuota de energías renovables en el consumo global del sistema de transporte y reducción del consumo de energía final.
Desde el punto de vista de la formación de nuestros profesionales del sector ¿crees que se está haciendo suficiente de cara al futuro que nos espera con cambios tan disruptivos en nuestras ciudades?
Los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad están siendo rapidísimos; esto provoca que la adaptación de las universidades a los mismos, quizás, no siempre vaya tan rápida como sería necesario.
Por esto los Colegios profesionales tienen que jugar un papel fundamental para apoyar y dar la formación necesaria que demandan los diferentes colectivos y adaptarse a estos cambios disruptivos en los que estamos inmersos. Hay que adaptar los perfiles profesionales del sector a las necesidades del mercado laboral en el que nos encontramos.
Como decana del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid, ¿qué opinas de todos los cambios en movilidad que se están realizando en la zona centro?
Hay que modificar las pautas de movilidad en determinadas zonas si queremos conseguir una ciudad sostenible para el futuro.
Hace poco estuve en una jornada sobre la mujer en la Ingeniería donde tres técnicas del ayuntamiento de Madrid expusieron el estudio de transporte que habían realizado para justificar, al menos, la restricción de tráfico propuesta para la Gran Vía y me sorprendió el estudio tan exhaustivo que habían realizado y la justificación del mismo.
En este sentido, a nivel europeo ya se han iniciado este tipo de restricciones en grandes urbes, como Londres, París, etc. Hay que reducir las emisiones de GEI y, sin duda, la limitación del tráfico es una de las medidas más utilizadas, aunque no sea de las más populares.
Menos coches lleva a una ciudad más sostenible, pero ¿no harían falta más alternativas de transporte?
Antes de realizar y apostar por este tipo de medidas, hay que hacer un estudio de movilidad muy importante y habilitar alternativas de transporte que faciliten el uso y disfrute de la ciudad.
Por último, ¿qué opinas del nuevo protocolo de contaminación presentado por el ayuntamiento de Madrid? ¿Crees que es el camino para llegar a una ciudad más sostenible? ¿Ves posibles mejoras o medidas complementarias a implantar?
El nuevo protocolo de contaminación presentado por el Ayuntamiento de Madrid endurece las medidas de acceso al tráfico rodado a la ciudad, cuando se producen puntas de contaminación en la misma. Sin embargo, sería más interesante abordar medidas de reducción de emisiones de forma continuada.
Por ejemplo, la mejora de la eficiencia energética de los autobuses de la EMT y de los vehículos de transporte público en general, potenciar la inversión en tecnología y establecer sistemas inteligentes de transporte o modificar los hábitos horarios de los madrileños. Hay que trabajar en la prevención para no tener que aplicar estas medidas tan restrictivas.