Las startups están dejando Silicon Valley y peligra la innovación tecnológica mundial

Silicon Valley, cuna de la innovación tecnológica mundial y hogar de las grandes empresas tecnológicas, como Google y Apple, da señales de decrecimiento y decadencia. Otros lugares alrededor del mundo están acogiendo nuevas empresas innovadoras, pero otros síntomas globales hacen tambalearse el progreso e innovación tecnológico de las últimas décadas.

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Silicon Valley: el centro de la innovación mundial

“Como Florencia en el Renacimiento” describen algunos lo que es vivir en Silicon Valley. El capital tecnológico de Estados Unidos se centra quí, influenciando en la economía y la cultura del resto del mundo. Esta pequeña porción de tierra que va desde San José a San Francisco es el hogar de tres de las cinco compañías más valiosas del mundo. Gigantes como Apple, Facebook, Google y Netflix tienen a Silicon Valley como su lugar de nacimiento y su hogar, al igual que los pioneros como Airbnb, Tesla y Uber. El pequeño lugar que es Silicon Valley sería la 19ª economía más grande del mundo, por encima de Suiza y Arabia Saudi. “El Valle” no es sólo un lugar, es una idea. Desde que Bill Hewlett y David Packard se instalaron en un garaje hace casi 80 años, ha sido sinónimo de innovación y creatividad.

Su combinación de grandes ingenieros, prósperas redes de negocios, potentes fondos de capital, sólidas universidades y una cultura de toma de riesgos, han hecho que el Valle sea imposible de clonar, a pesar de muchos intentos de hacerlo en otros lugares del planeta. No hay rival creíble para su posición como centro de innovación preeminente del mundo. Pero hay indicios de que la influencia del Valle está alcanzando su punto máximo…

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Algo está cambiando

El año pasado salieron más estadounidenses del condado de San Francisco de los que llegaron. Según una encuesta reciente, el 46% de los encuestados dicen que planean abandonar el Área de la Bahía en los próximos años, en comparación con el 34% en 2016. Hay tantas empresas que se están expandiendo a otros lugares que la tendencia tiene ya un nombre propio, “Off Silicon Valleying“, que se podría traducir como “Saliendo del Valle”. En 2013 los inversores de Silicon Valley invirtían la mitad de su dinero en nuevas empresas fuera del Área de la Bahía; ahora es aproximadamente dos tercios.

¿Cuál es la razón?

Las razones de este cambio son múltiples, pero la principal de ellas es el mero coste de la vida en El Valle, uno de los más altos del mundo. Se estima que las Startups pagan al menos cuatro veces más por operar en Silicon Valley que en la mayoría de las demás grandes ciudades estadounidenses. Las nuevas tecnologías emergentes, como la computación cuántica hasta la biología sintética, ofrecen márgenes más bajos que los servicios de Internet que predominaron la última década, lo que hace que sea más importante para estas nuevas empresas pensarse dónde asentarse.

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¿A dónde están yendo las nuevas startups?

Como resultado, otras ciudades están aumentando en importancia frente a El Valle. La Fundación Kauffman, un grupo sin ánimo de lucro que realiza un seguimiento del espíritu empresarial, clasifica ahora a la zona de Miami-Fort Lauderdale como la más atractiva para montar una startup en Estados Unidos, gracias a la densidad de nuevas empresas y de nuevos emprendedores. Phoenix y Pittsburgh también se han convertido en la cuna de progreso de los vehículos autónomos; Nueva York, para las startups de medios de comunicación; Londres, para las fintech; y Shenzhen en China para el desarrollo de hardware.

Ninguno de estos lugares puede igualar al Valle por sí solo; pero entre ellos apuntan a un mundo en el que la innovación estará más distribuida.

La tendencia a una innovación descentralizada

Es muy positivo que las grandes ideas y la innovación puedan surgir en más lugares. El terreno de juego de la innovación se está equilibrando. El capital está cada vez más disponible en más lugares y los inversores en tecnología buscan cada vez más ideas candentes alrededor de todo el mundo, no sólo en California.

Hay menos razones que nunca para que una sola región sea el epicentro de la tecnología mundial. Gracias a las herramientas que las propias empresas del Valle han producido la última década, como los smartphones, las videollamadas y las aplicaciones de mensajería digital, los equipos pueden trabajar eficazmente desde diferentes oficinas y lugares. Una distribución más equitativa de la riqueza puede tgenerar una mayor diversidad de pensamiento. El Valle hace muchas cosas notablemente bien, pero se acerca peligrosamente a ser un monocultivo de personas de un perfil muy similar. Por ejemplo, las startups fundadas por mujeres en Silicon Valley recibieron sólo el 2% de la financiación total el año pasado.

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No todo es bueno… Hay tendencias globales preocupantes

El problema es que el negocio global en innovación parece que se está nivelando a la baja. Una razón parece ser el tremendo dominio de los gigantes de la tecnología, ya asentados y con profundas raíces en todo tipo de mercados. Las nuevas empresas, en particular las del llamado “Internet de consumo”, tienen cada vez más dificultades para atraer capital a la sombra de Alphabet, Apple, Facebook et al.

En 2017, el número de primeras rondas de financiación para startups en Estados Unidos se redujo en alrededor de un 22% frente a 2012. Alphabet y Facebook pagan a sus empleados de forma tan generosa que las nuevas empresas tienen grandes dificultades para atraer talento (el salario medio en Facebook es de 240.000 dólares). Cuando las posibilidades de éxito en la puesta en marcha son aún más inciertas y los beneficios no son tan diferentes de los de un trabajo estable en uno de los gigantes tecnológicos, el dinamismo se resiente, y no sólo en el Valle. Algo similar ocurre en China, donde Alibaba, Baidu y Tencent acaparan casi la mitad de toda la inversión de capital de riesgo nacional, lo que da a estos gigantes una gran ventaja frente a sus potenciales rivales.

La segunda causa puede estar relacionada a políticas cada vez menos favorables en Occidente. El creciente sentimiento anti-inmigración (en EEUU y en Europa) tienen efectos en toda la economía mundial. Como dato a tener en cuenta, los empresarios extranjeros crean alrededor del 25% de las nuevas empresas en Estados Unidos.

Otra razón: el gasto estatal en universidades públicas en toda América y Europa ha caído desde la crisis financiera de 2007-08. La financiación de la investigación básica es insuficiente -el gasto del gobierno federal estadounidense en I+D fue del 0,6% del PIB en 2015, un tercio de lo que era en 1964- y va en la dirección equivocada.

Si el declive relativo de Silicon Valley anunciara el surgimiento de una red mundial de centros tecnológicos rivales y prósperos, valdría la pena celebrarlo. Desafortunadamente, la tendencia decreciente del Valle se parece más a una advertencia a todos de que la innovación en todas partes del mundo se está volviendo más difícil y más lenta.

Fuente: Medium

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