Los Gases de Efecto Invernadero y el cambio climático: datos y tendencias

Hoy se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2. Para comprender qué efecto tiene este gas y otros Gases de Efecto Invernadero en el clima, este artículo recopila los últimos datos y las herramientas online que permiten visualizar, a través de numerosas gráficas y tablas, la situación actual del cambio climático en el que se encuentra la Tierra.

¿Que es el Dióxido de Carbono (CO2)?

El dióxido de carbono (CO2) es un gas denso, inodoro y poco reactivo presente en la atmósfera terrestre. Es parte de la naturaleza y es necesario para que las plantas hagan la fotosíntesis, para que nosotros podamos respirar y para los procesos de fermentación (cerveza, vino y pan). Se genera principalmente en procesos de combustión.

Muchos lugares del planeta se ven afectadas por la contaminación atmosférica por los GEI (Gases de Efecto Invernadero), siendo el CO2 uno de los principales GEI, ya que está presente en varias fuentes emisoras y es responsable de distintos factores que indicaremos más adelante.

Los GEI son en general inocuos para la salud, pero crean una “capa” atmosférica que deja entrar sin empedimento a la radiación solar hacia nuestro planeta, pero hace de barrera ante las radiación que rebota o es emitida de vuelta por la Tierra. De ahí que se provoque un “efecto invernadero”, aumentando la temperatura del planeta a nivel global.

2019-01-24_130445.jpg

Los Gases de Efecto Invernadero como el CO2 son los actores principales del cambio climático actual

Los principales gases de efecto invernadero son: vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O), metano (CH4), clorofluorcarbono (CFC), ozono (O3) y hexafloruro de azufre (SF6). Los GEI son producidos por actividades como la agricultura, la ganadería, la producción energética a través de fuentes combustibles y la industria (incluyendo diversas actividades como el sistema alimentario y los edificios energéticamente insostenibles).

Otros responsables de la contaminación atmosférica son nuestras actividades diarias. El simple acto de conducir y desplazarnos genera GEI. La mala gestión de nuestro residuos, nuestros hábitos de consumo basados en una economía lineal (comprar-usar-tirar), la energía que usamos a diario y nuestro tipo de alimentación son factores que se suman a las fuentes geológicas y antropogénicas.

El problema de los GEI es que no se quedan en su lugar de emisión, sino que se elevan hasta cotas superiores de la atmósfera donde se desplazan por todo el planeta. En el siguiente vídeo podemos ver cómo se desplaza el CO2 por la atmósfera de la Tierra:

Por supuesto, sí hay sitios más emisores y por tanto más preocupantes, no sólo por los GEI sino por otros gases y especies que son emitidas al aire y sí afectan de forma directa  a la salud de las personas. En Delhi, por ejemplo, la contaminación atmosférica es tan terrible que sólo respirar es equivalente a fumarse dos carretillas de tabaco al día. Ciudades como París o Madrid, afectadas por niveles alto de contaminación atmosférica, crearon un protocolo anticontaminación y decidieron controlar el tráfico. Por eso sólo los coches con cierto distintivo medioambiental pueden circular en el centro de la ciudad. Los vehículos con alta capacidad de hacer daño a la salud son principalmente los diésel, que emiten grandes cantidades de NO2. Los coches que más daño hacen al cambio climático son los gasolina, pues son los mayores emisores de CO2. ¿Quién no recuerda el escándalo de Volkswagen?, cuando la empresa alemana truco el software de sus coches diesel para pasar los controles de emisiones de gases. 11 millones de coches se vieron afectados.

Herramientas para conocer las emisiones de GEI

Climate Watch es una plataforma creada para que las personas interesadas puedan obtener los diferentes tipos de información relacionadas con el clima  que ofrecen. El usuario tiene acceso a una variedad de datos, la posibilidad de diseñar escenarios, comparar entre los países y planificar diferentes modelos para un futuro con menos carbono.

Permite ver también:

Otro de los recursos más populares y completos es la web de la NASA:

climate.nasa.gov

Esta web tiene multitud de datos, gráficos, mapas interactivos y material educacional. También, muy importante, muestra evidencias científicas del cambio climático y de su relación con la actividad industrial humana.

203_co2-graph-021116.jpeg

¿Cuales son los países más contaminantes?

En diciembre de 2015, 195 países firmaron el Acuerdo de París, que recoge una serie de directrices para mitigar el cambio climático. Los países firmantes se comprometieron en reducir sus emisiones de GEI, limitar el calentamiento global y evitar que la temperatura global aumentará más de 2ºC, entre otros compromisos.

Los países o conjuntos de países que lideran el ranking de contaminación ambiental son China, EEUU y la UE, sumando más de la mitad de las emisiones mundiales. El sector energético destaca con un 72% de las emisiones totales, debido a un aumento en el transporte mundial, la calefacción en las crecientes ciudades y una producción de electricidad que aún depende de combustibles fósiles mayoritariamente.

CAIT Climate Data Explorer – Top 10 Emitters

2019-01-24_125604.jpg

Los países más contaminantes en emisiones de CO2 son:

  1. China
  2. EEUU
  3. UE (Unión Europea)
  4. India
  5. Russia
  6. Japón
  7. Brasil
  8. Indonesia
  9. Canadá
  10. México

Pero también hay buenas noticias. Los últimos datos son animadores. Las emisiones de CO2, el GEI más abundante, se han mantenido estable en los últimos 10 años por lo menos en el sector energético. Esperamos que la tendencia continúe, que la preocupación por el cambio climático sea constante, que se consiga reducir todos los gases de efecto invernadero y así evitar una subida de temperatura global.

2019-01-24_1259582019-01-24_125944

La contaminación del aire y nuestra salud

Como antes decíamos, se debe diferenciar entre gases de efecto invernadero y gases o especies estrictamente contaminantes (NO, NO2, hidrocarburos, CO, material particulado…). Sin embargo, es habitual que ambos problemas estén fuertemente ligados por sus fuentes de emisión.

La contaminación del aire es un problema común en muchísimas ciudades, muchas de ellas con un acentuado crecimiento demográfico. Nuestra salud se ve afectada por las especies contaminantes que respiramos o que traspasan nuestros poros, desencadenando neumopatías crónicas y agudas, alergias, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón, entre muchas otras enfermedades.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • En 2016, el 91% de la población vivía en lugares que no respetaban las Directrices de la OMS de calidad del aire.
  • El 91% de los 4.2 millones de muertes prematuras se produjeron por esta causa en países de nivel económico bajo y mediano, en Regiones de Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.
  • En el 2016, el 58% de muertes prematuras por cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares fueron relacionadas con la contaminación del aire.
  • El 18% por enfermedades pulmonar obstructiva y crónica e infecciones respiratorias agudas.
  • El 6% por cáncer pulmonar.
  • 3000 millones de personas sufren contaminación del aire interior, padeciendo riesgo sanitario grave por cocinar y calentar sus hogares con biomasa y carbón.
  • En Europa, en 2011, 430.000 muertes fueron por exposición a partículas finas.
  • La cifra en España es de 25.000 muertes prematuras por exposición prolongada por partículas finas y otras 1.800 por ozono.

Pensar con el corazón

Debemos buscar medidas para frenar la contaminación del aire urgentemente. Los pequeños gestos, como utilizar transportes menos contaminantes, gestionar mejor nuestros residuos, utilizar un modelo de economía circular, el reaprovechamiento de los recursos disponibles, usar energías más sostenibles y una alimentación más respetuosa con el medioambiente, son medidas simples y eficaces que podemos adaptarlas a nuestro hábito cotidiano.

Tenemos que pensar también en medidas globales que favorezcan a todo el mundo. Podemos empezar a políticos, reguladores y empresas a que afronten el problema y pongan solución. Podemos crear acciones comunitarias de prevención para evitar el desgaste de los recursos del planeta, aportando nuestro granito de arena dentro de nuestras posibilidades y con los medios disponibles por cada actor del cambio, gobiernos, asociaciones, comunidades, ciudadanos, etc.; piezas fundamentales y necesarias para conseguir frenar el cambio climático. Cualquier acción, por pequeña que sea, es valiosa.

Me dijeron: “No pienses con el corazón”, por creer que debemos pensar en medidas preventivas a nivel mundial, aportar todo lo posible a nivel local y que las medidas adoptadas sean ejemplos globales, que favorezcan a todos los ciudadanos del mundo, no apenas a una mínima parte de la población.

Pero seguiré pensando con el corazón, creyendo que podemos revertir la situación sobrecogedora de nuestro increíble planeta. Os invito a todos y todas a hacer lo mismo; pensad con el corazón, en el mundo que dejaremos como legado a nuestros hijos y nietos.

isabelsilva Isabel Silva

articulo_oficial

 

9 comentarios en “Los Gases de Efecto Invernadero y el cambio climático: datos y tendencias

  1. Creo q cada uno debemos poner nuestro granito de arena, tomar conciencia, lo q esté a nuestro alcance sin esperar a las grandilocuentes declaraciones q hacen los políticos, gastando el dinero q aportamos todos, en sus inútiles “cumbres”

  2. Creo q cada uno debemos poner nuestro granito de arena, tomar conciencia, lo q esté a nuestro alcance sin esperar a las grandilocuentes declaraciones q hacen los políticos, gastando el dinero q aportamos todos, en sus inútiles “cumbres”

Deja un comentario