Marc Zuckerberg y otros 27 socios han anunciado que en 2020 pretenden sacar una moneda basada en Blockchain y que opere dentro de Facebook y todos sus servicios, incluido WhatsApp, lo cual ha encendido las alarmas de muchos sectores.
La criptomoneda, llamada Libra, desafiaría al sistema financiero, pues crearía uno propio de dimensiones colosales fuera de la supervisión de bancos centrales, supervisores, reguladores, gobiernos, etc. El G7 está discutiendo sobre esto y Facebook ha tenido que dar explicaciones ante el Congreso de los EEUU.
Todo el mundo, desde Donald Trump hasta los legisladores y senadores americanos, piensan que Libra debería estar fuertemente regulada. Pero nadie parece saber cómo hacerlo, incluido el propio Facebook.
¿Es Libra dinero?
Facebook cree que sí, pero la Comisión de Valores y Bolsa de los EEUU está pensando si es más bien una inversión, sujeta a reglas estrictas como tal. De hecho, es algo que se plantea en general para las criptomonedas. 100€ de Bitcoin pueden valer el año que viene 10,000€ o menos de 1€. Esta volatilidad, argumentan muchos expertos, es típica de inversiones, no de lo que tendría que ser una moneda.
Y luego está también “Asociación Libra”, la entidad creada por Facebook para gestionar la moneda desde Suiza. ¿Es lo equivalente a un banco? Facebook dice que no, aunque el Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera de los EEUU también lo está estudiando.
Son preguntas conceptuales de difícil respuesta. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se enfrenta con franqueza a la falta de conocimientos normativos para manejar la red financiera mundial propuesta por Facebook. “No hay ninguna agencia que pueda ponerse de pie y supervisar esto”, dijo a los senadores estadounidenses la semana pasada.
Bitcoin: ¿posible referencia para la regulación?
La clave de Bitcoin es que carece de intermediarios. Eso también significa que no hay nadie a quien pedir cuentas cuando las cosas salen mal. Cualquiera puede unirse a la red que ejecuta Bitcoin y confiar en que no se le culpará si, por ejemplo, su ordenador registra una transacción de bitcoin para comprar fentanyl en la Dark Web. Esa es la belleza -y el peligro- de la descentralización. Los reguladores en búsqueda de delitos dependen de los límites de la plataforma. Cada transacción de Bitcoin es pública, pero los usuarios operan bajo seudónimos. Así que las autoridades en búsqueda de ciberdelincuentes trabajan bajo las reglas de antilavado de dinero. Combinado con software que analiza las transacciones, confían en poder desenmascarar quién está detrás de un delito financiero con criptomonedas.
Facebook parece ser fan de ese concepto. El Blockchain de Libra, dicen, sería una plataforma neutral y de código abierto en la que cualquiera pueda realizar transacciones y crear aplicaciones libremente. Al igual que Bitcoin, los datos estarían pseudonimizados, por lo que las autoridades podrían analizarlos si están preparados.
Pero Libra no es igual que Bitcoin:
“Libra es un activo criptográfico, o eso se desprende de los documentos técnicos que han ido publicando, pero se diferencia del Ether o el Bitcoin en casi todo lo demás: está controlada por un grupo pequeño de empresas, respaldada por activos de bajo riesgo, todavía no se sabe exactamente para qué va a servir…”
Cristina Carrascosa, Of Counsel en Pinsent Masons y miembro del Observatorio Blockchain de la Comisión Europea
Facebook ha declarado esta semana que las “wallets” de Libra estarán sujetas a las regulaciones locales, con controles adecuados, asegurando a los legisladores que un sistema así sería “mejor que los bancos” para la aplicación de la ley a nivel mundial.
“Bitcoin estableció el estándar con la seudonimización y las autoridades se sintieron cómodas con él. Facebook cree que puede adoptar ese mismo estándar con Libra.”
Matthew Green, profesor de informática en la Universidad Johns Hopkins
Hay muchos expertos detractores, como el profesor de Stanford Joseph Grundfest, que argumentan que Facebook pretende reinventar la rueda para saltarse las ataduras del sistema financiero tradicional.
Además, las criptomonedas más populares están basadas en un red blockchain descentralizada, es decir, la propia red aprueba las transacciones. Libra, en oposición, es centralizada, por lo que es el la Asociación Libra (es decir Facebook) quien valida cada transacción y, por tanto, quien tiene el control y el poder de los movimientos monetarios. Aquí radica gran parte de la preocupación de los reguladores.
Calibra, la cartera virtual de libra
Facebook permitiría diferentes monederos virtuales, pero integraría en sus servicios la plataforma Calibra. Calibra simplificaría enormemente el caos regulatorio global que le espera a Facebook, permitiéndole operar en un marco más tradicional. Facebook ha comparado a Calibra con aplicaciones de pagos como PayPal. Facebook ha enfatizado que Calibra tendrá sólo una dirección en la cadena de bloques, lo que significa que las transacciones entre los usuarios de Calibra no interactuarán con la cadena de bloques en sí. La idea es que Calibra vaya a cada país donde quiera lanzar su billetera y se adapte a las leyes locales. En los EE.UU., las agencias tendrán que lidiar con la forma en la que la compañía planea proteger los datos de los usuarios, lidiar con el blanqueo de capitales y manejar las sanciones, entre otras cuestiones.
Por supuesto, conseguir que los reguladores se sientan cómodos con todo este retorcido entramado no será fácil. Sigue siendo Facebook metiéndose en los bolsillos de la gente, y eso trae preocupaciones a todos, en especial después de escándalos de privacidad recientes. Facebook se ha visto sometido a preguntas en el Congreso de los EEUU y se ha llegado a oír que “no se puede permitir que una empresa privada se dote de medios de soberanía monetaria”.
La representante Carolyn Maloney (demócrata de Nueva York) sugirió posibles preocupaciones antimonopolio para la plataforma de Calibra, dado el dominio del mercado de FB Messenger y WhatsApp. Recordemos que Facebook tiene 2.380 millones de usuarios, o sea, el 31,5% de la población mundial.
Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata de Nueva York) le preguntó a Facebook si creía que la moneda debía ser regulada como un bien público. El representante Sean Duffy (R-Wisconsin) y el senador Tom Cotton (R-Arkansas) interrogaron a Marcus sobre si los productos o individuos serían prohibidos en Calibra por razones políticas.
No hay precedentes, no hay consenso
A todo el mundo le huele mal Libra, pero nadie sabe cómo impedirla.
Todo el mundo piensa que hay que regularlo, pero sin ponerse si quiera de acuerdo en si es una moneda o una inversión, parece que estamos más perdidos que un Bitcoin en la Dark Web.
Un comentario en “Todo el mundo quiere regular Libra, la criptomoneda de Facebook. Nadie sabe cómo”