La empresa irlandesa Ubotica, con sede en Ciudad Real, y el grupo de investigación VISILAB, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acaban de ver cómo una parte de su trabajo acaba llegando lo más lejos posible: ¡AL ESPACIO!
Tras retrasar el lanzamiento previsto por malas condiciones meteorológicas a mediados de verano, no ha habido que esperar demasiado para, por fin, ver el proyecto en órbita, dentro de uno de los 53 satélites que han sido lanzados al espacio en el primer vuelo Vega del año.
El prototipo diseñado por Ubotica y Visilab se encargará de tomar imágenes terrestres basándose en la Inteligencia Artificial. Se abre un un amplio abanico de posibilidades y aplicaciones de cara a futuro, en una temática sobre la que, desde Puentes Digitales, ya hemos hablado en varias ocasiones, resaltando su importancia.
Evitamos el spoiler en la propia introducción, ya que hemos tenido la suerte de entrevistar a dos miembros del equipo, que serán los que nos lo cuenten de primera mano este gran hito. ¡Muchas gracias a José Luis Espinosa y Noelia Vállez y enhorabuena por el trabajo, tanto a vosotros como al resto del equipo!

[Puentes Digitales]: ¿Cuáles son las necesidades que se vieron para realizar ese proyecto? ¿Cómo empezó todo?
[José Luis y Noelia]: Este proyecto surge inicialmente gracias al desarrollo previo realizado en la Universidad de Castilla-La Mancha dirigido por el grupo de investigación VISILAB. El proyecto Eyes Of Things que fue financiado en una de las convocatorias Horizonte 2020 de la Union Europea para desarrollar una plataforma abierta de software/hardware de visión por computador móvil. El éxito del mismo llevó a que la empresa irlandesa Ubotica Technologies Ltd. se interesase en su explotación para varios proyectos, llegando al punto de abrir una sede en Ciudad Real de tal forma que varios de los participantes de ese proyecto actualmente trabajamos y colaboramos con la misma.
Uno de esos proyectos ha sido precisamente PhiSat-1, que buscaba ser el primero en llevar la inteligencia artificial al espacio incorporada en un nanosatélite y haciendo posible que éste sea capaz de tomar decisiones de manera autónoma. En el caso particular de este proyecto, se decide de forma automática qué imágenes de las tomadas se deben enviar a la Tierra descartando aquellas imágenes en las que las nubes cubren gran parte del terreno haciendo que la imagen no sea útil. Para ello, fue necesario someter a la plataforma a diversas pruebas de radiación en el CERN en Suiza, con el fin de comprobar que sería capaz de soportar las condiciones de trabajo que encontraría en el espacio.

¿Cómo ayuda este proyecto y avance tecnológico a las personas? Como impacta positivamente?
Este proyecto muestra como, ya en la actualidad, es posible llevar una aplicación de inteligencia artificial a lo que conocemos como “at the edge” o “al límite”, es decir, a cualquier extremo y cualquier ámbito sin necesidad de disponer de un sistema complejo y costoso, permitiéndonos su integración dentro de cualquier dispositivo. Además, en este caso en particular, no hay nada más “al límite” que el espacio.

¿Cuáles son los principales campos de aplicación? ¿A qué otros campos tecnológicos e industrias se puede extrapolar?
Cualquiera en el que la inteligencia artificial sea útil para obtener información o automatizar/mejorar tareas. En nuestro caso particular, en Ubotica estamos ahora trabajando tanto en el campo espacial, como en IoT, industria 4.0 y varias aplicaciones médicas, pero podrían utilizarse nuestros sistemas y aplicaciones en otras muchas áreas.
Nuestros clientes potenciales y quien se podría beneficiar más de nuestros avances son aquellas industrias que quieran automatizar, simplificar u optimizar ciertas tareas en las que la visión juegue un papel fundamental.
En la actualidad seguimos trabajando en otros proyectos similares a este para utilizar satélites para detectar incendios en tiempo real, o para hacer que el satélite pueda navegar de manera autónoma y sea capaz de cumplir tareas mediante elementos robóticos, como recoger basura espacial, o aterrizar en una superficie, pero estos mismos conceptos y dispositivos pueden utilizarse en multitud de industrias como la manufacturera o la agraria para disponer de sistemas más inteligentes y que permitieran facilitar el trabajo del día a día.
¿Cuál ha sido la parte más complicada del proyecto?
Sobre todo al inicio del proyecto. Al comenzar a trabajar en el desarrollo de una plataforma novedosa de la que la única información que existe es aquella generada por los propios participantes en el proyecto, sin ninguna fuente externa que te pudiera facilitar el trabajo. Una broma recurrente desde que supimos que al final se integraría en un satélite ha sido la de que en más de una ocasión habríamos querido tirar la placa de desarrollo lo más lejos posible, pero que no nos imaginábamos que iba a acabar tan lejos como en el espacio.
Por suerte, desde el inicio todos los participantes han dado lo mejor de sí, lo que ha permitido llegar hasta el punto en el que estamos ahora mismo.
¿Cómo veis a España en el ámbito tecnológico? ¿Cómo creéis que podríamos potenciar estos proyectos entre universidad y empresa?
La verdad, muy mejorable. En nuestra opinión sería necesario un cambio que aumentase el interés en los sectores de la tecnología y la I+D para no quedarnos atrás con respecto a otros países que sí invierten en ello y que son punteros, y en situaciones de crisis como la actual se ven menos afectados por la misma.
Con respecto a cómo potenciar los proyectos entre universidades y empresas, creemos que es necesario un cambio de mentalidad en ambas partes pero esto requiere un gran esfuerzo por parte de los diversos estamentos involucrados. En muchos casos en las universidades se realizan investigaciones punteras que al final no llegan a transferirse a un uso real debido a que las empresas no se interesan en mejorar sus procesos, si no en hacerlos como saben que funcionan hasta ahora y con eso les basta. Y desde el punto de vista de la universidad, la transferencia tecnológica tiene muy poca valoración en la carrera académica por lo que la gente que hace I+D en las mismas se centra en aquellos apartados que les permite tener mayor capacidad para competir y mayor estabilidad.
Nuestro granito de arena a la entrevista
Por parte de Puentes Digitales, queremos reiterar el agradecimiento y enhorabuena por el proyecto y seguiremos de cerca los avances relacionados con Eyes of Things, para conocer las nuevas aplicaciones que puedan surgir en el futuro.
Además, nos sumamos principalmente a dos puntos mencionados en la entrevista, que son parte de nuestra esencia:
Por un lado, la necesidad de ir de la mano de la tecnología para solucionar problemas nunca antes abordados. Si somos capaces de hacerlo y tenemos en mente objetivos que sumen para todos, seremos capaces de lograr lo que nos propongamos.
Por otro lado, y como crítica constructiva a nivel nacional, es muy importante darle un cambio a la mentalidad que, en muchas ocasiones, supone un freno a los avances por una cuestión meramente burocrática o cultural.
En un momento de crisis nunca vista como el actual, saldrán reforzados aquellos países que apuesten por actividades con gran impacto a medio plazo, que son, en esencia, aquellas relacionadas con I+D. Es una forma inmejorable de crecer en el futuro, combinando algunos sectores históricamente más fuertes, con otras apuestas que supongan una visión a medio plazo.
Tenemos el potencial, tenemos el capital humano, tenemos empresas e instituciones fuertes, pero también hay que trabajar en la cohesión y en encajar todas las piezas del puzzle de la forma más eficiente, mirando hacia el medio-largo plazo y, sobre todo, pensando fuera de la caja y rompiendo frenos y barreras autoimpuestos.