El avance tecnológico está transformando los trabajos y el mercado laboral. La IA tiene la capacidad de sustituir un porcentaje muy alto de empleos. Dependiendo de su avance y de cuánto mejoremos el estado de la inteligencia artificial, existen 4 posibles ecenarios laborales. Estos son sus riesgos y la probabilidad de que ocurra cada uno de ellos.

1 – Sustitución de trabajos fácilmente automatizables

La IA actual es muy buena haciendo tareas que impliquen realizar, descubrir o imitar un patrón y cuyo alcance sea bastante constante. Todo empleo que requiera realizar tareas similares, basadas en datos que se repiten, es candidato a ser reemplazado por un programa informático. Existen, en la inmensa mayoría de los puestos de trabajo, actividades que se repiten mucho. Dependiendo del valor de estas tareas y del grado de repetición, eventualmente serán reemplazadas por un software.

En algunos trabajos la actividad a realizar, aunque a priori parezca compleja, es casi siempre la misma. Por ejemplo, pensemos en conducir. Pese a que la actividad en sí misma implique un gran grado de variabilidad y de análisis de un entorno cambiante, en conjunto es bastante constante. Las tareas individuales que componen la actividad de conducir pueden ser sustituidas una a una por una máquina, hasta que eventualmente, el vehículo es totalmente autónomo.

Es difícil saber qué trabajos van a sufrir este reemplazo. Por ejemplo, existe bastante consenso en que los empleos de dirección intermedia pueden verse sustituidos no dentro de mucho por la IA. Curiosamente, puede que los empleos de menor nivel no merezcan la pena ser reemplazados y los de mayor nivel supongan un riesgo demasiado alto. La amenaza en cualquier caso acecha a todos.

2 – Sustitución de empleos creativos

Teniendo en cuenta lo anterior, uno podría pensar que las tareas más creativas están protegidas ante una posible automatización o sustitución por inteligencia artificial Sin embargo, la creatividad está relacionada con el análisis de patrones y repetición de los mismos, algo que precisamente hace excelentemente la IA. La Inteligencia Artificial ya empieza a ser muy buena componiendo música y escribiendo relatos. La pintura es un reto mayor, pero parece que tarde o temprano será también terreno de las máquinas. Las tareas más artísticas, por lo tanto, que solemos asociar a alta creatividad, puede que se vean reemplazadas por programas informáticos antes que incluso otras actividades.

En este sentido, debemos tratar de reforzar nuestra adaptabilidad, que sí suele estar asociada con la creatividad. Si nuestro empleo requiere cambios continuos de tareas, entornos muy diversos, habilidades en constante cambio, entonces nuestro empleo estará bastante a salvo. Debemos recordar que los humanos somos realmente buenos en adaptarnos al entorno. Recuerda siempre eso. No te acomodes en tu puesto de trabajo, busca un empleo que sea cambiante, que implique reinventarse cada día. Sé creativo, te ayudará a adaptarte.

3 – Sustitución de casi todos los empleos

Hay quien cree que ningún empleo se salva, que todos pueden llegar a ser reemplazables: bomberos, abogados, profesores, policías…

En esencia lo que se plantea es que la tecnología avanzará tanto que no habría tarea alguna que no pueda hacer un software. Si pensamos en uno de los ejemplos anteriores, como el de bombero, no quiere decir que tendremos robots bomberos inteligentes de aspecto humano. Sin embargo, a lo mejor la unión de edificios inteligentes, drones y plataformas IoT integradas bajo un paraguas de IA, provoque que la carga de trabajo de los bomberos humanos se vea muy reducida o incluso su empleo se transforme drásticamente.

Ocurre algo similar con los abogados y los médicos, ejemplos que hemos explorados en repetidas ocasiones en el pasado. Esta sustitución generalizada de empleos por IA asume también que la mayoría de los empleos van a transformarse.

4 – Máquinas que nos superen en prácticamente todo

Si vamos un paso más allá, llegaríamos al concepto de la Singularidad. Lo que viene a contemplar esta idea es que la Inteligencia Artificial está mejorando imparablemente. Tanto, que habría un día en el que nos superaría en todo.

Bajo esta hipótesis se plantea que al no tener barreras fisiológicas como nosotros, la IA podría en algún momento auto-evolucionarse a sí misma, mejorarse, ampliarse, crecer en capacidad y complejidad sin ninguna barrera biológica.

Este escenario nos dejaría sin control. Las decisiones las tomarían las máquinas, al ser mucho más inteligentes que nosotros y todo el mundo cambiaría para siempre.

Pero tranquilidad. Para ello, se debería conseguir una forma de inteligencia amplia que habitualmente se denomina inteligencia artificial general. No es suficiente con que la inteligencia sea buena jugando al ajedrez, o reconociendo fotos de gatitos. Tiene que saber hacer todo tipo de cosas: leer, escuchar, hablar, entender problemas visuales, poder separar contextos y abstraer conceptos, etc.

El problema de lo anterior es que asume que la inteligencia biológica funciona como una especie de computadora que por sí misma es capaz de comprender y razonar de forma abstracta cada nuevo problema. Sin embargo, la comunidad científica empieza a dudar de esta forma de entender la inteligencia. Según muchos neurocientíficos nuestra inteligencia es más como una suma de muchísimas inteligencias, por decirlo así. Cada nuevo problema es nuevo para nosotros. Alguien puede saber cómo escribir con un lápiz pero no cómo jugar al baloncesto. Necesitamos aprender cada actividad nueva casi cada día y en el fondo no tenemos claro cómo aprendemos, cómo memorizamos y cómo usamos nuestras experiencias para aprender más y mejor. La IA en este punto está atascada.

Y sin embargo, en una última vuelta de tuerca, puede que no se necesite crear una inteligencia artificial generalista. Puede que la suma de miles de millones de IAs, cada una siendo capaz de superarnos en tareas increíblemente concretas y estrechas, puedan unirse entre sí, integrarse en una inteligencia colectiva más rica, al igual que hace nuestro propio cerebro.

Aún hay tiempo para ver si estos escenarios son posibles. La incertidumbre es enorme, lo cual nos debe motivar a reinventarnos, a estar informados y aumentar nuestra adaptabilidad laboral. Las capacidades de la tecnología cada vez son mayores y el rango de actividad de los humanos se redefine constantemente.