EDITADO: Tras la redacción de este artículo, un terremoto de gran magnitud se ha producido en México, con elevado número de víctimas, según las autoridades. Puentes Digitales manda todo su respeto, cariño y apoyo a los ciudadanos mexicanos.

La destrucción dejada en todo el Caribe por el paso del huracán Irma es desoladora. Han pasado pocos días desde su terrible azote y un nuevo huracán, María, vuelve a poner en jaque a millones de personas. Es momento de reflexionar sobre acciones que ayuden a disminuir los daños de nuevos huracanes similares en la zona, que van a seguir llegando los próximos años.

1 Estructuras más resistentes con bajo coste

Lo más evidente e inmediato es mejorar las infraestructuras, viviendas y medios de rescate físicos en los países más vulnerables.

Cimientos más sólidos, ventanas anti-huracanes, tejados reforzados, puertas especiales…. La ingeniería civil conoce perfectamente las soluciones constructivas necesarias para proteger una vivienda ante huracanes de hasta categoría 5. Incluso se está trabajando con refuerzos de fibra de carbono y kevlar en algunos casos. El problema es el precio de estas soluciones.

Muchos de los países del Caribe no tienen la riqueza necesaria como para modernizar sus construcciones en un lapso de tiempo corto (1-2 años). La mayoría de las soluciones de construcción necesarias están muy por encima de las capacidades financieras de estos países.

Existen, sin embargo, pequeñas ayudas que sí podrían ayudar a reforzar los edificios. Primero, una educación básica sobre cómo construir una vivienda más resistente podría evitar muchas pérdidas con el mismo coste. Ahora que se deben reconstruir miles de viviendas. Es momento de hacerlo ayudándonos de los conocimientos de ingenieros y arquitectos. Existe literatura extensa en Internet donde se detallan normas y consejos básicos para levantar una vivienda resistente a fuertes vientos. La colaboración remota de universidades de todo el mundo puede ayudar a que la reconstrucción en los países afectados no repita errores pasados.

El cemento y el hormigón deberían ser materiales principales. Existen refuerzos especiales para tejados muy baratos, indicaciones de cómo reforzar ventanas, etc. Hagamos uso del conocimiento acumulado en la Red para construir de forma más inteligente. Usemos plataformas digitales para reedificar el Caribe.

2 Planificación urbana basada en imágenes satelitales

En muchas de las zonas castigas por Irma, la debilidad no ha sido sólo estructural. La planificación urbana no es lo exigente que debería. Las zonas de viviendas muchas veces están en lugares precisamente delicados a huracanes y tormentas. Una planificación más controlada, evitando las zonas más vulnerables a inundaciones y vientos extremos, ayudaría a minimizar daños.

Los análisis de imágenes satelitales, muchas de ellas disponibles gracias a Google Earth y estudios científicos públicos, deben ser un punto de partida para las autoridades y los arquitectos. Re-urbanicemos el Caribe para prevenir los efectos de los huracanes. Todas estas fuentes de información pueden servir incluso para realizar modelos 3D de extensos terrenos y predecir el comportamiento del agua en situaciones catastróficas.

La increíble tecnología detrás de la nueva actualización de Google Earth

Existe un concepto que es la resiliencia de las zonas urbanas ante catástrofes. No se trata sólo de la resistencia estructural, sino que toda una zona urbana aguante los efectos de un desastre incluso después de su paso. Se necesitan desagües, accesos para los servicios de emergencia, zonas de contención, acceso a agua potable, etc. Debemos usar la tecnología para aumentar la resiliencia del Caribe ante huracanes como Irma y María.

3 Edificios impresos en 3D para los afectados

Una vez pase un huracán y atrase con edificios no preparados, mucha gente volverá a quedarse sin un techo que le dé cobijo.

La fabricación robotizada de viviendas rápidas, muchas veces denotada como impresión de casas en 3D, es una gran solución para fabricar viviendas pequeñas de forma express. Es un método barato y eficiente, que debe estar preparado para el paso de nuevos huracanes en los próximos años.

Además de este método de construcción, existen shelters o casas prefabricadas que se pueden desplegar de forma barata y que sirven para dar un techo a los afectados con rapidez. Pueden transportarse por aire o por mar y son soluciones muy efectivas. La cooperación internacional es clave en este punto.

4 Freno al Calentamiento Global

Aunque se trata de una solución global, muy amplia y a mayor plazo, queremos destacarla debido a su importancia. El Pacto de París debe fortalecerse; todos los países deben actuar ya. Energías renovables, economía circular, vehículos eléctricos… Todo ayudará a minimizar la relación entre el calentamiento global y los huracanes.

En los círculos científicos se alerta de que la acción del hombre (que ha derivado en el cambio climático) ha ayudado a la intensificación de Irma. Además Harvey, Irma, José, Katia y ahora María, se han sucedido en muy poco tiempo. Estamos hablando de 5 huracanes potentes seguidos en la misma zona.

Se ha comprobado que las aguas del Atlántico cercanas a Centroamérica se han elevado aproximadamente un grado centígrado en los últimos 50 años. Estas aguas más cálidas ayudan a que el nacimiento de un huracán tome fuerza, se alimente de esta temperatura. Adicionalmente, el clima es más variable que hace décadas y eso contribuye a eventos caóticos que favorecen la aparición de huracanes.

Lo que estamos viendo estos días, es sólo un aperitivo de los que está por llegar.

No sólo el Caribe está en riesgo. Los EEUU e incluso las costas de España y Portugal se han convertido en objetivos principales de una nueva oleada de huracanes generados en el Atlántico, que van a surgir en las próximas décadas.

5 Nuevos estudios de huracanes más potentes

Debido a lo anterior, los huracanes de años futuros tendrán mayor intensidad y ya se está hablando de establecer una nueva categoría 6. La comunidad científica debe estudiar estos fenómenos en mayor detalle para predecir posibles huracanes más dañinos. Entender en mayor profundidad la relación entre el calentamiento global y los huracanes, ayudará a prevenir daños futuros.

Nuevas técnicas de análisis y plataformas de investigación científica colaborativa, deben ayudar a realizar un urgente y exhaustivo estudio. Las nuevas tecnologías digitales deben ayudar a mejorar la coordinación científica en el continente americano, de forma similar a como ya se hace en Europa.

6 Predicción meteorológica avanzada

En línea con lo anterior, conocer cuándo y cómo va a ocurrir un evento futuro es fundamental para prepararse ante él. La predicción meteorológica ha mejorado mucho los últimos años pero aún no lo suficiente.

Los superordenadores (HPCs), facilitan el procesamiento masivo de cantidades ingentes de datos, para así crear modelos matemáticos que ayuden a prevenir complejos fenómenos meteorológicos.

El Big Data y el Machine Learning se han convertido en las mejores herramientas de científicos de datos, matemáticos y físicos, que trabajan en comprender el clima de nuestro planeta y anticiparse a sus efectos. Gracias a su combinación podemos crear modelos de predicción más fiables y con mayor anticipación.

7 Despliegue de Internet y telefonía con globos aerostáticos

Tal y como os contamos en este artículo, Google y Telefónica están desplegando en Sudamérica globos que proporcionan Internet y conexión telefónica, tras desastres naturales.

Las pruebas de este año tras el paso de El Niño han sido muy positivas. En este tipo de situaciones, la falta de Internet y telefonía móvil agrava el problema mucho más de lo que parece. Los equipos de emergencia, ejércitos, ONGs, médicos y, en general, todo tipo de entidades que tratan de combatir el desastre, se ven muy limitadas para poder organizarse sin las telecomunicaciones más básicas. Project Loon de Google es una gran iniciativa que debería trasladarse al Caribe.

8 Drones para operaciones de rescate y salvamento

Los drones pueden ayudar a visualizar terrenos afectados por catástrofes naturales de forma barata y flexible. Cada vez es más sencillo utilizar drones de gran calidad y con cámaras de alta resolución.

Acompañados de los globos aerostáticos del Project Loon de Google y los mapas de terreno generados a partir de imágenes satelitales, los drones pueden ser la mejor herramienta de los servicios de rescate y salvamento civil.

Además de reconocer el terreno y buscar víctimas o damnificados, los drones pueden ser utilizados para desplegar ayudas, como localizadores GPS, móviles e incluso kits de ayuda médica de emergencia. Existen también pequeñas radios portátiles diseñadas para catástrofes naturales. Su batería aguanta muchos días, son resistentes al agua y a los golpes y tienen un tamaño muy pequeño. Estas radios también pueden desplegarse por drones.

En un futuro, drones de mayor tamaño, parecidos a helicópteros autónomos, podrán directamente rescatar a los heridos.

9 Aplicaciones móviles para una localización más efectiva de los afectados

La tecnología también puede ayudar para localizar de forma directa y precisa a personas que requieran ayuda en estos acontecimientos.

Se pueden desarrollar aplicaciones móviles diseñadas de forma concreta para estos eventos. En Japón, por ejemplo, casi cada ciudadano tiene instalada una aplicación de aviso de seísmos en su smartphone personal. Esta aplicación está sincronizada con los servicios nacionales de emergencias, de forma que los avisos se dan automáticamente y además la información es fiable.

Ya vimos en el pasado, por ejemplo en los atentados terroristas de Barcelona, que las aplicaciones digitales y las redes sociales ayudan a informar y ayudar a otros en episodios trágicos. Sin embargo, también analizamos que a veces la información no es fiable y aparecen noticias o bulos que pueden hacer más mal que bien. Si todos los habitantes disponen de una aplicación oficial, coordinada con los servicios de emergencia, se pueden evitar muchos problemas tras el paso de un huracán similar a Irma.

En definitiva y en resumen, la tecnología puede y debe ayudar para evitar mayores daños en el futuro, ante el paso seguro de nuevos y más devastadores huracanes.

Abracemos la tecnología y usémosla, coordinados de forma global y rápida. El Caribe llora. Ayudemos ahora.